Guanajuato, Gto. “No se olvida la lucha de los mineros asesinados el 22 de abril de 1937, pues la lucha sigue y ahora es porque se acabe la práctica del outsourcing”, dijo el secretario general de la sección 142 del Sindicato Nacional de Mineros Metalurgistas y Similares de la República Mexicana, Juan Enrique Vargas.
Durante este aniversario 83, la contingencia sanitaria del COVID-19, impidió la realización del recorrido desde la Basílica de Guanajuato hasta el panteón de Santa Paula, en donde están enterrados los mineros, conocidos como “mártires del sindicalismo”, por el histórico ocurrido cuando regresaban de una reunión sindical del mineral de El Cubo el 22 de abril de 1937.
Lo que se hizo fue colocar coronas mortuorias al pie del obelisco que señala el lugar donde está enterrados los cuerpos de los mineros, estos: Juan Anguiano, Simón Soto, Reynaldo Ordaz, Antonio Vargas, Luis Fonseca y Antonio García.
En el edificio propiedad del SNTMMYSRM, se reunieron los integrantes del comité directivo de la sección 142, para recordar a los mineros asesinados, en donde Luis Enrique Vargas reiteró que no se olvida la lucha de los compañeros, pues gracias a ellos se logró que se respetara la jornada de ocho horas, y diversas prestaciones como vacaciones, y afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social.
Juan Enrique Vargas dijo que no porque haya cerrado la mina de El Cubo, que es donde tenía presencia el sindicato, éste se acabó, pues si se reabre esa mina se le tiene que dar prioridad al sindicato para un nuevo contrato.
Añadió que además ahora la lucha es para que desaparezcan lo que se conoce como outsourcing, la práctica que implica que quienes explotan las minas, lo hagan a través de contratistas, con lo que evaden responsabilidades.
Por eso las empresas mineras no quieren al sindicato, porque quieren tener trabajadores sin darles prestaciones, dijo Luis Enrique Vargas, señalando que acabar con la práctica del outsourcing sería para todos los gremios de trabajadores, no solo para el sector minero.
Cabe señalar que en la reunión que se tuvo en el edificio del sindicato minero, estuvo presente la señora Isabel Anguiano, hija de Juan Anguiano, quien tenía tres años cuando mataron a su papá, así como Adán Domínguez hijo de doña Isabel.
Isabel Anguiano mostró la credencial de su papá, la que traía cuando fue asesinado, por lo que tiene unas manchas que dice son de sangre. La señora dijo que cuentan que cuando se supo del asesinato de su papá su mamá corrió a la calle desesperada y hasta un zapato se le salió.
El asesinato de los mineros fue un evento muy importante en la vida de Guanajuato, pues ese hecho en vez de terminar con las exigencias de los mineros hizo que estas cobraran más fuerza, lo que incluso habría sido muy importante para que los mineros se hicieran de las minas que eran propiedad de la minera The Guanajuato Reduction and Mines Company, con lo que pasó a formarse la Cooperativa Minera Santa Fe de Guanajuato.
