León, Gto. No solo es el municipio de León y el estado de Guanajuato los gobiernos que han ignorado los presupuestos económicos a favor de los peatones y ciclistas, también el resto de las ciudades y entidades federativas del país.
El problema es que se ejerce poco presupuesto a la infraestructura y seguridad de la mayoría de los usuarios, ya sea a las personas que se movilizan a pie, en bicicleta o cualquier tipo de transporte no motorizado, así como usuarios del transporte público, en comparación con el automovilista.
Lo anterior lo comentó la activista Areli Carreón, fundadora de Biciteka e integrante del equipo coordinador de la Coalición Movilidad Segura, quien externó que históricamente se ha privilegiado al vehículo privado, ya que ha recibido subsidios para la gasolina, se le condona la multa, o les dan descuentos para trámites legales, facilidades en aplicaciones, entre otro tipo de beneficios, como el estacionamiento en la vía pública.
“Es impactante los ríos que se han dedicado para carreteras, pasos a desnivel, segundos pisos, puentes, en fin, toda la infraestructura que ande en coche transite fácil, rápido y con gran calidad y seguridad en nuestro país, ignorando a la mayoría que no tenemos coche”, dijo.
La especialista añadió que la mayoría de las necesidades de las personas que no tienen un automóvil privado, han sido ignoradas, porque no hay presupuesto para las obras, ya sea desde una banqueta, rampas, carriles para los ciclistas y otro medio de transporte no motorizado.
El otro factor en la falta de presupuesto es, que la calidad de la infraestructura es mala, y es muy complicado que se logre algo a favor de la mayoría de los usuarios que tiene una ciudad, un estado o un país, que es a pie, y el uso del transporte público principalmente.
“Cuando uno compara lo que cuesta la infraestructura para los coches y lo que cuesta la infraestructura para las banquetas, bancas, árboles, dispositivos de seguridad es una diferencia brutal. Entonces si no tienen ningún conflicto para invertir estas cantidades millonarias para la forma de movilidad que más problemas nos produce a todos, más costos sociales y ambientales, es una minoría de las personas a las que beneficia”, añadió.
Areli externó que existe una obviedad en que a los gobiernos no les interesa invertir en otra infraestructura que no sea para beneficiar al automovilista.
