Guanajuato, Gto. “Yo no sabía que habían abusado de mí y estoy furiosa”, nunca dijo su nombre, pero era una chica de luto. Vestida de negro relató a sus compañera el abuso que sufrió por parte de una mujer policía.
Otra de ellas fue encerrada por su pareja tres días, antes de eso fue golpeada de una manera brutal que su cuello, brazos, cara y ojos quedaron moretoneados, y a pesar de las evidencias las autoridades demoraron en otorgarle una orden de restricción más de un año.
En medio de su relato, la chica de negro rompió en llanto, recordó como fue a verse con su novio para terminar una relación, que ya no la hacia sentir bien. La respuesta de su pareja fueron golpes y un intento de abuso para arrebatarle la virginidad.
“Logré safarme y entré a una mueblería, llamé a la policía, esperando que me ayudaran, tardaron 40 minutos en llegar aunque yo estaba en Tepetapa y fácil se hacían unos 10 minutos caminando. Llegando me pidieron identificar al sujeto, llegó la familia de este y me agredió físicamente por andar de chismosa, ellos (los policías) solo viendo y me subieron a la patrulla, a la misma patrulla que él yo en el asiento de adelante y el atrás”.
Todo el camino fue recibió insultos del hombre que quiso violarla, pero los agentes municipales no hicieron nada para evitar los malos tratos, por el contrario la hicieron pasar momentos peores.
“Llegue a preventiva y me pidieron hablarle a un familiar porque yo era menor de edad, llamé a mi hermana y le dije lo que me había pasado, me pidieron entrar a un cuarto y me desnudaron, la mujer que me desnudó no era una doctora simplemente era una policía, ya desnuda me fotografió y me dijo que tenia que tocar mi vulva para corroborar el abuso, yo pensé que era el protocolo, confié en ella”.
Las fotos de aquel momento nunca aparecieron en el expediente, la joven menor de edad entonces, se dio cuenta cuando intentó presentar su denuncia ante el Ministerio Público que habían sido abusada y aún sigue furiosa.
Otra chica confió en los policías, relató su amiga que cuando estaba siendo golpeada por su novio en la vía pública logró huir y pidió ayuda a un par de uniformados, ellos se ofrecieron a llevarla a su casa y lo hicieron, pero antes de dejarla la acorralaron y tocaron su cuerpo sin su consentimiento. De aquellos hechos los agentes salieron impunes.
La misma rabia comparte otra joven de aspecto delgado y tez blanca, que alguna vez se pintó de morado por los golpes que le dio su novio. Vivió en una relación tóxica y cuando decidió terminarla, el hombre perdió la razón.
La encerró por tres días, le quitó el celular, cuando ella lo recuperó se tomo fotografías para presentar evidencias de la violencia a las autoridades, pero la justicia llegó un año después y solo la obtuvo con una orden de restricción, por el agresor no fue encarcelado.
Como ellas otra y aunque no todas se atrevieron a relatar sus historias, la solidaridad hizo eco en el grito de apoyo “no estás sola”.
