Irapuato, Gto. El obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, dijo que quedan dudas sobre lo que pasó con Mateo, menor de 12 años que desapareció y luego fue hallado sin vida, un caso del que sostuvo habría un reclamo social en León al que se ha unido el Estado.
Refirió que lo ocurrido también retoma que hay otros niños, niñas y adolescentes víctimas de desaparición y, aunque no ha quedado claro si hubo abuso o no contra el infante, consideró el hecho una corrupción y una putrefacción grave.
Agregó que es necesario que haya una especial atención por parte de los padres y madres de familia hacia sus hijos e hijas, y que la sociedad se sume a su protección.
“Se ha retomado que no solo ese niño ha desaparecido, ha habido otros niños que quizá no se les ha dado toda la difusión que se le dio a este, y tenemos que sentir ese dolor grande del abuso, el acabar con la vida de un infante; ciertamente pareciera que es una corrupción, una putrefacción grave el abusar de niños, matar niños, sin saber ahorita si hay abuso o no hay abuso, porque hasta donde yo sé, no tengo la noticia clara de qué fue lo que pasó al final, pero ha sido un reclamo de toda la sociedad”, dijo.
El clérigo se unió al dolor de la familia y además exhortó a la sociedad a evitar la revictimización del pequeño Mateo.
Lo anterior al agregar que, en su reciente visita pastoral a una comunidad de Pénjamo, le sorprendió la queja de padres sobre cómo están expuestos los menores a temas que les perjudican.
“No hacer de este asesinato y de este niño, pedía la familia, que se respetara su dolor y no se abusara de su nombre, revictimizándolo. Ojalá que cada uno de nosotros pensemos en nuestra niñez. Esta semana he estado en visita pastoral, estuve en una de las parroquias pertenecientes a Pénjamo y sus comunidades, y era sorprendente ver tantos niños, pero también la queja de los papás de cómo los niños están tan expuestos a tantas cosas que les perjudican y les hacen daño”, dijo.
