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viernes, abril 26, 2024

Paisajes de la zona rural se opacan por la inseguridad y delincuencia

León, Gto. La zona rural de la ciudad de León además de ser un escenario donde se puede admirar la naturaleza y pasar un rato al aire libre realizando actividades recreativas, es un foco rojo para los leoneses donde su visita puede convertirse en un riesgo por la  inseguridad y los hechos delictivos.

Además de estar en el ojo público por los recientes sismos, habitantes de 10 comunidades del noroeste de la ciudad de León, advierten sobre los constantes asaltos violentos que sufren los grupos de ciclistas que acuden a zonas alejadas de la mancha urbana, a la que atribuyen a la falta de vigilancia o patrullajes.

Foto: Jorge Hernández

Habitantes de Estancia los Otates, Sauz Seco, San Antonio del Gigante, San José de Otates Norte, Alfaro, Llano Grande, San José de Otates Sur, Huizache, Alisos y El Gigante, viven alejados de las preocupaciones urbanas, pero ante los movimientos telúricos de los últimos días, piden no olvidar otras situaciones que rodean sus entornos.

“En la subida a Alfaro, que es el camino principal para subir al Gigante, siempre es un tiradero de cuerpos, no se diga tampoco por el de San Juan de Otates, donde está muy bonito el paisaje por la sierra y la presa, pero muy peligroso porque les roban las bicicletas y no tienen forma de avisar a la policía porque en esta zona no hay señal en los celulares”, comentó uno de los habitantes de Sauz Seco.

En otras ocasiones, grupos ciclistas han externado su preocupación por los hechos delictivos a los que se enfrentan, ya que grupos de delincuentes que huyen en motocicletas o vehículos, los acechan con armas de fuego, navajas y hasta machetes.

Asalto en la presa

Arturo, nombre cambiado para proteger la identidad del testigo de la inseguridad, contó que hace 9 meses se encontraba con su novia disfrutando la tarde de un jueves cuando fueron asaltados por un par de sujetos que huyeron a bordo de una motocicleta.

Foto: Jorge Hernández

El afectado dijo que los delincuentes huyeron con sus teléfonos celulares que entregaron por temor a ser heridos con un cuchillo cebollero.

“Vengo a la presa porque es un espacio en la zona rural de León a la que puedes llegar caminando o en bicicleta de aquí desde San Juan de Otates a solo 3 kilómetros y esa vez nos asaltaron y hasta que llegamos a la comunidad vimos una patrulla con la que reportamos”, comentó el habitante leonés.

La falta de patrullajes fue una queja en común ya que Arturo, aseguró que durante los días que va por esa zona rural,  es raro ver unidades policiacas municipales y todavía más el ver efectivos estatales o federales.

Área tomada por delincuentes

Los pobladores cercanos a los acantilados que están por el Cerro del Gigante, también señalaron que en esa zona, grupos de escaladores han sido robados.

Foto: Jorge Hernández

“Los deportistas que vienen a las cascadas o a escalar y a los acantilados que se forman, en el cerro y las barrancas, son lugares donde se han registrado robos y donde han encontrado bicis robadas”, contó otro vecino.

Los monolitos que se forman en las rocas forman escarpadas cañadas que ofrecen un panorama en el que leoneses acuden a pasar el rato y a divertirse, aunque esto pueda conllevar ser víctima de la delincuencia ante la falta de vigilancia.

Caminos aterradores

En los caminos de terracería de las comunidades, los árboles y los nopales con sus tunas, son testigos de los ciudadanos y pobladores que transitan por la zona rural.

Foto: Jorge Hernández

Son testigos del paso de pobladores y de personas ajenas que aprovechan los desolados caminos para tirar cuerpos de personas asesinadas.

La falta de alumbrado público en estos lugares se vuelven un peligro debido a que la única iluminación con la que cuentan es con la de las luces de los vehículos que transitan por aquí.

“En la noche no se ve nada y a veces los conductores vienen muy rápido y pueden atropellar a alguien”, fue otro de los comentarios de un adolescente que acompañaba a su madre.

De hecho, el domingo pasado, se registró una volcadura en donde dos mujeres murieron y cuatro personas más resultaron lesionadas en el camino que conduce a Nuevo Valle de Moreno.

Entre paisajes espectaculares, caminos al verde vivo y registros de sismos en las comunidades cercanas a la zona rural, así es la vida para sus habitantes y los leoneses que van de visita en una zona donde la falta de seguridad fue una petición en común.

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