Guanajuato. La pandemia afectó a las mujeres de migrantes en comunidades del Bajío en Guanajuato, pues esta se acentuó en la salud mental y educación. Así lo consideró Berenice Valdez, coordinadora de políticas públicas del Instituto para las Mujeres en la Migración, AC (Imumi).
La especialista indicó que muchas de ellas no pueden entrar en programas de atención gubernamental porque no se han adecuado al fenómeno migratorio.
“Hay una afectación muy fuerte porque son las que han estado a cargo de los hijos, de la salud y escuelas de la comunidad. De todo lo que estaban a cargo y acentuó en pandemia”.
Recalcó que sí existen necesidades de las comunidades pero las mujeres no pueden acceder por los indicadores.
“Sí, hay necesidades muy fuertes de estas comunidades del bajío que hemos identificado de atención a la salud mental y de políticas de atención para la educación.
Ha sido desproporcionado la responsabilidad que han tenido que asumir las mujeres familiares de migrantes, además no tienen acceso a otros programas que no son de migrantes por los indicadores de esos programas”.
Ejemplificó que muchas de las remesas de las familias migrantes las envían para arreglar la casa o poner el piso.
“Y sí tienen tanta estructura o tantos focos, ya no entran en un rango de pobreza entre comillas, y no entran en programas sociales.
Entonces todavía que sobreviven con las remesas, ellas las tienen que administrar, y no pueden acceder a los programas porque los indicadores no consideran la dinámica de la migración”, señaló.
Expuso que las mujeres en comunidades en Guanajuato, son vigiladas socialmente aún cuando el esposo tiene entre 10 o 20 años en Estados Unidos, entonces la violencia sigue aumentando y soporta la necesidad de atención.