Guanajuato. El sacerdote jesuita Ignacio Ramírez, académico de la Universidad Iberoamericana de León, destacó la transformación de la Iglesia católica tras la llegada al Vaticano del Papa Francisco, pues tuvo una postura firme.
A raíz de su muerte, el sacerdote jesuita recordó que fue un líder que “abrió las puertas de la Iglesia” y enfrentó con valentía los temas más controversiales en su interior, como la pederastia y la simonía.

“Francisco, yo diría que abrió las puertas de la Iglesia, con toda su preocupación, su postura y definición ante problemáticas tan fuertes como la pederastia, la simonía. Pienso que limpió la casa en gran medida con una postura valiente”, expresó.
El académico recordó que antes de llegar al Vaticano, Jorge Mario Bergoglio no era reconocido por una postura abierta frente a las causas sociales, pero su transformación como Papa fue notoria, en parte gracias a la influencia de los jesuitas.
“También se definió a favor de las mujeres, defendió incluso a los homosexuales. En esto yo sí vi en él un cambio radical; al principio no, rechazaba, y después fue aceptando. Yo diría que, desde una visión de fe, influyó el Espíritu Santo en él y lo fue transformando ya siendo Papa”, agregó.

Francisco fue el primer pontífice latinoamericano y el primero en pertenecer a la Compañía de Jesús. Durante su papado abogó por una Iglesia más cercana a los marginados y por el combate interno a los abusos.
Aunque, el Padre Ignacio duda que su sucesor también provenga de América Latina, a pesar de que Francisco preparó el terreno.
“Dudo que el nuevo Papa sea latino, aunque Su Santidad fue un buen estratega y nombró cardenales a personas de su confianza”, mencionó.
Finalmente, el académico desestimó teorías apocalípticas en torno a la elección del próximo Papa, como aquella que predice el fin del mundo con un pontífice negro. Por ello, hizo un llamado a los creyentes a mantener el diálogo con otras religiones.