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sábado, abril 20, 2024

Paro UG en León… desde adentro (Crónica-Video)

 

León, Gto. El paro en Guanajuato capital acaba mañana, todo regresa a la `normalidad´. En el plantel San Carlos en León, llega esa noticia; se reúnen, votan… la huelga va a continuar.

Las cuatro brigadas ya establecidas hacen su trabajo: Difusión se enfoca en el pliego petitorio, Insumos revisa cuántos días más pueden resistir, Medicina se mantiene alerta, el cansancio ya dobló a muchos, Seguridad teme si vendrán a sacarlos del plantel.

Después de media noche lanzan su comunicado y un listado de necesidades: seguridad, movilidad, mejoras académicas y nunca más el acoso, ni aquí, ni en ningún plantel.

Entrada del campus San Carlos, la brigada de Seguridad en la puerta de acceso. FOTO: Vania Jaramillo

Daniela Vega fue el detonante que retumba en los pies fríos y ojeras de todos, su desaparición y feminicidio fue el hartazgo para que dijeran: en la UG sí pasan cosas, están pasando.

“Lo vemos en los libros, nos lo enseñan aquí mismo. Los profesores nos cuentan cómo los movimientos estudiantiles han sido claves para que muchas revoluciones comiencen. Quizá en otro momento habría asumido otro rol tibio, pero aquí era natural participar”, dice un alumno, sentado en la mesa larga que se formó y que pusieron justo en el primer pasillo de la división de Ciencias de la Salud, acaban de cenar.

Esta noche relatan cómo fue ver al alcalde y al rector, Héctor López Santillana y Carlos Hidalgo Valadez, esperar fuera del plantel a su encuentro. Se ríen por las caras de asombro al momento de cerrarles el portón, la risa no es de burla, va en serio… no sería tan sencillo el acuerdo.

El mismo alumno de tez morena hace una pausa, pasa de la revolución a la garganta cortada, lo que están haciendo por Daniela Vega, por Francia Ruth, por sus compañeras que denunciaron acoso en 2018, por ellos mismos, no acabará con una huelga, lo saben.

La radiografía es cruda: de 2016 a 2019 se han registrado 24 casos de acoso sexual; 23 hacia mujeres y un hombre. Mientras que por hostigamiento sexual, de acuerdo con datos de la propia casa de estudios, son 29; dos son víctimas masculinas. 

Tendedero de denuncias fuera del plante San Carlos. FOTO: Vania Jaramillo

La temperatura en San Carlos no ayuda, pero no son los 10 grados lo que causa escalofrío, sino imaginar que cualquiera puede ser Daniela.

“A mí me jaló el feminismo. Quiero pensar que otra persona estaría aquí por mí”, dice Yasmín, bajo sus lentes de armazón, un tanto despeinada, con su tapabocas listo para usarse. Mientras ella platica, el resto está terminando de cenar pasta y huevo, ese fue el menú que las estudiantes de Nutrición hicieron en la cocina ubicada en la sala de maestros, ahí tienen refrigerador y hasta parrilla.

Pero no solo la sala de maestros fue útil, los salones pasaron a ser bodega de cobijas, de insumos, consultorio, cocina y hasta dormitorios. Y ellos dejaron de ser alumnos de cada carrera incluso los de Medicina, que a decir de los universitarios casi no participan en movimientos sociales, están. Y están, las 24 horas del día.

“Con el otro chico, estamos en la misma carrera y nunca nos habíamos visto y hemos hecho un buen equipo”, narra uno de los alumnos de la brigada de Seguridad en la puerta de acceso, ahí donde olvidaron carreras y unieron lazos.

Doce días

La huelga comenzó apenas con 15 estudiantes, llegaron a ser casi 50 divididos en equipos, siguiendo los códigos pero también tomando juntos todas las decisiones en asambleas.

La organización fue evolucionando; se definió que solo se usaría la División de Salud para su permanencia. Toda la comida se acomodó por fecha, cada alumno que tomaba algo dejaba un registros. Lo que quedó ya fue donado a asociaciones.

En el consultorio el orden es el mismo, ahí hubo visitas para el estudiante de octavo: los primeros cuatro días por resfriados y dolor de garganta, para el día ocho había agotamiento y fuertes dolores musculares.

Las edades van de los 19 a los 24 años y lo que pudiera parecer una “fiesta” estudiantil, es todo lo contrario. Todos llevan un rol y lo cumplen, acatan las órdenes de los voceros, acuden a las asambleas.

Los de Seguridad tienen marcados sus rondines cada hora y media, uno va en moto y dos más los siguen en bicicletas. Van hasta el final del campus, por dentro y por fuera. Hacen la labor que esperan realicen los policías que llevan cuidando el campus desde que empezó el paro; no se han movido y esperan que una vez en clases sigan sin moverse.

Hay un registro al inicio, nadie pasa más que estudiantes aunque después tras votación deciden dar acceso a los pacientes de Fisioterapia.

Van siguiendo cada paso de la autoridad, lo hicieron mientras el paro en la capital se mantenía y hubo espacio para el enojo: “Se siente feo que la disculpa del rector sea un papel que le hicieron, que alguien más le hizo”, dice otro de los estudiantes alrededor de una fogata. Porque no había de otra, el frío sí que se sentía.

Justo alrededor del fuego es donde se dan cuenta de las carreras predominantes: Psicología, Medicina, Sociales… y hablan como si se conocieran desde el inicio de su vida universitaria.

Y la verdad es que el tiempo no pasa pronto, las noches son el doble de largas y las mañanas las mantienen en trabajo como seleccionar las paredes en donde dejarán más de 40 murales. No tienen el permiso de la institución pero sí la necesidad de que quede huella en los espacios que ocuparon.

Por la mañana a pocos minutos de desocupar el plantel tras la firma, compromisos y promesas de las autoridades municipales y académicas, se les nota relajados, la mesa larga que cada noche los vio cenar, desapareció. Los sillones de los pasillos regresaron a su lugar, las bolsas de basura ya están en los recolectores, ellos se ven aliviados, han dormido mucho más.

Se activa el código naranja, tapan sus rostros…luego activan el código ‘Daniela Vega’, bajan los paliacates y salen juntos por ese pasillo en el que doce días no entró absolutamente nadie. Gritan “UG resiste”… porque advierten que la lucha, sigue y sigue.

El paro desde adentro en imágenes: 

 

(La Asamblea Autónoma Estudiantil UG León votó y permitió el acceso bajo confidencialidad a la reportera; en acuerdo con ellos se hace esta publicación bajo los lineamientos que establecieron como seguridad, anónimos)

Vania Jaramillo
Vania Jaramillo
Reportera en Zona Franca. Graduada en Periodismo Digital/ ex colaboradora en Periódico AM. Twitter @VaniaJaramilloS Cualquier información @vanjaramillo@gmail.com

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