Guanajuato, Gto. El Instituto para las Mujeres Guanajuatenses (IMUG) reconoció que persiste la brecha laboral entre hombres y mujeres.
Lo anterior pese a que las condiciones sociodemográficas de las mujeres han cambiado, como el aumento de los índices de nivel educativo, superando incluso al de hombre; así como grandes movimientos y cambios sociales.

“Aunque la participación laboral femenina ha aumentado un seis por ciento, esta continúa muy por debajo de la de los hombres. Y la brecha de ingresos nos dice que actualmente los hombres ganan en promedio un 19 por ciento más que las mujeres”, informa el IMUG a través de una ficha informativa.
La desigualdad de género laboral o el “techo de cristal”, una metáfora que usa para explicar esta realidad, tiene diversas causas, explica el IMUG.
- Segregación ocupacional: “las mujeres tienden a desempeñarse en oficios peor remunerados y con horarios más flexibles con respecto a los hombres”:
- Discriminación directa: “hombres y mujeres con perfiles y ocupaciones similares pueden tener resultados de empleo e ingresos muy diferentes”.
- Normas sociales: “la concepción de que las tareas del hogar deben recaer principalmente sobre la mujer, impactan negativamente en su trayectoria laboral”.

Esto, mencionan, es derivado del estigma y del pensamiento patriarcal. Incluso, señalan, del prejuicio femenino sobre las capacidades de ellas mismas. Además de la desigualdad en la distribución del trabajo del hogar y cuidados, sobre todo con las mujeres que son madres, “ejercen doble jornada laboral y no son reconocidas”.
“Otros factores que impactan la remuneración que reciben las mujeres incluyen: la necesidad de combinar trabajo remunerado y no remunerado, la responsabilidad por el cuidado de las personas dependientes, las formas de violencia que limitan su participación y desempeño, y la discriminación ligada a su rol reproductivo”, mencionan.
Para reducir la brecha, informan, el Gobierno Estatal firmó el 15 de octubre de 2021, el Programa Estatal para la Igualdad entre Mujeres 2021-2024, con programas presupuestarios, procesos y proyectos de inversión.
Destacan que se han tenido resultados, la reducción de mujeres que se desempeñan en el sector informal, pasando de una tasa de 65 por ciento al 56 y disminución de mujeres no remuneradas en más de (-) 61 mil o en (-) 53 por ciento, entre otras.
Si bien, reconocen que aún falta mucho por hacer, en cuanto a consideraciones de políticas públicas para cerrar la brecha de género laboral, enuncian cinco:
- Políticas que promuevan la formación de las mujeres en áreas más técnicas y tecnológicas, por ejemplo, en las disciplinas STEM
- Políticas que promuevan la corresponsabilidad en el cuidado de las personas dependientes, tanto en los hogares, entre hombres y mujeres, como en la sociedad, entre Estado, familias, empresas y trabajadores
- Políticas de formalización dirigidas a aquellos sectores más feminizados como el comercio informal y el trabajo doméstico
- Políticas y planes de empleo que incluyan medidas específicas para atender las necesidades específicas de las mujeres
- Políticas de salario mínimo que corrijan los sesgos que desvalorizan el trabajo de las mujeres en las escalas salariales y campañas para garantizar el respeto del salario mínimo