León, Gto. Fabricantes de piñatas que resisten ante una tradicion que ha decaído, dijeron confiar en que se sigan organizando las posadas, y así, mantener viva la demanda de sus coloridos productos, símbolo de celebración en México.
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Desde las clásicas piñatas de siete picos hasta elaboraciones personalizadas con temáticas de personajes populares, los artesanos de piñatas trabajan arduamente para satisfacer la creatividad y tradición de las familias.
Uno de los negocios que destaca en la ciudad es: Piñatas Luz Alejandría, con más de 20 años de trayectoria en la fabricación y venta de piñatas.
Alejandra, empleada de este comercio ubicado en el cruce de los bulevares San Pedro y González Bocanegra, en la colonia San Isidro, comentó que a pesar de su esfuerzo, la tradición ha decaído.
“Ha bajado muchísimo lo que son las tradiciones. Ya cada vez son menos fiestas, menos festejos”, lamentó Alejandra.
El local, fácilmente reconocible por su fachada amarilla, exhibe una amplia variedad de piñatas distribuidas en dos pisos; artesanías que van desde las clásicas de siete picos, que representan los pecados capitales, hasta personajes como: Minions, Among Us, Intensamente, Mario Bros, Monster Inc, Sonic, Hello Kitty, Santa Claus y Mickey Mouse.
Estas creaciones, que pueden tardar hasta una semana en elaborarse, son hechas con materiales como cartón, periódico, papel metálico, papel de china y engrudo.
Sin embargo, Alejandra explicó que las piñatas de barro han dejado de ser populares debido a los riesgos de accidente.
“Las de barro ya no se usan tanto porque causan accidentes”, añadió.
Mientras en el jardín de San Juan de Dios se lleva a cabo la primera edición de la Feria de la Piñata, algunos negocios, como Piñatas Luz Alejandría, no lograron participar debido a la falta de información oportuna.
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Aun así, la oferta en León es variada, con negocios que continúan dedicándose a esta actividad artesanal durante todo el año.
Por su parte, Pachis, trabajadora de la piñatería Piñas Tucas, comentó que la piñata más vendida sigue siendo la de siete picos, emblema de las posadas navideñas.
“Esperemos que sí hagan posadas porque es una tradición que no se debe de perder”, señaló.
Además del esfuerzo artesanal, la venta de piñatas representa un ingreso importante para muchas familias, especialmente para madres solteras que laboran en estos negocios. Y durante la temporada decembrina, este trabajo cobra un papel crucial en su economía.
Del 16 al 23 de diciembre, las tradicionales posadas se llevarán a cabo en diversos barrios y colonias de la ciudad. No obstante, los piñateros temen que esta celebración pierda su vigencia.
