León, Gto. Los actores del Circo del Miedo, llevan casi 4 meses varados sin ofrecer función alguna, por la pandemia del coronavirus y ante la larga espera del cambio de color en el Semáforo Estatal para la Reactivación, piden facilidades de las autoridades para poder operar bajo estrictos protocolos.
A los trabajadores del circo les hace falta ya volver a trabajar ya que lo que sería una presentación en León de 20 días, se volvió una ‘cuarentena involuntaria’ en la que se vieron atrapados debido a no tener a dónde trasladarse.
Como no salía para los gastos y alimentación del equipo de trabajo, no hubo más alternativa para los acróbatas, trapecistas, mimos, equilibristas, magos y contorsionistas que el tener que vender aguas frescas, algodones y hasta bolsas de palomitas y frutas.
Ante la falta de ingresos económicos trasladarse a sus pueblos natales nunca fue una opción ya las más de 80 personas de las que depende el circo, nunca tuvieron los recursos para hacerlo y pasar la cuarentena en sus hogares.
Los letreros que piden ayuda para los cirqueros destacan a lo largo del bulevar Adolfo López Mateos y sus alrededores con la avenida Pradera y Chichimecas.
Miguel Ángel Hernández, acróbata del circo, contó que en estos 4 meses sin ofrecer espectáculos han recurrido a la venta ambulante, por la falta de respuesta de las autoridades sobre una fecha en específica para volver a trabajar.
A Miguel se le puede observar en el cruce del bulevar Adolfo López Mateos ofreciendo botellas de aguas frías a los automovilistas.
“Ni autocirco ni funciones con sana distancia, no tenemos permiso de nada. Somos alrededor de 80 o 90 personas que conforman todo el equipo. Hay niños, personas adultas y todos le estamos batallando por la falta de ingresos”, contó Miguel Ángel.
El artista del Circo del Miedo, relató que el junto con otros compañeros ya llevan casi 120 días sin poder trabajar y de batallar con el sol, ya que no es lo mismo estar debajo de una carpa que en plena vialidad.
De hecho la carpa del circo ya la quitaron. Todo está en los contenedores vehiculares. Listos para salir en cuanto la ruta se defina para salir de la ciudad.
“A veces vendemos algodones de azúcar, manzanas caramelizadas, empanadas. Hay familias que se dedican a vender productos tradicionales del circo y lo de las aguas es por el calor porque se piden mucho y ha salido un poco rentable”, dijo.
El cirquero lamentó la falta de permisos para poder operar en la contingencia sanitaria, por lo que hizo un llamado a las autoridades para regular la problemática y puedan volver ofrecer entretenimiento en la ciudad.
“No sabemos para cuándo se vaya a acabar esta situación porque sí nos urge, nos ha calado bastante”, dice el acróbata mientras sigue repartiendo botellas en la calle.
El acróbata señaló que algunos ciudadanos les han llevado despensas, mismas que son utilizadas en el día con día de los cirqueros, por lo que las muestras de apoyo que han recibido, fueron agradecidas a través de este medio.
