Guanajuato, Gto. Estudiantes de la Universidad de Guanajuato e integrantes de la Red de Movimientos Feministas en la capital, se manifestaron de manera pacífica durante la presentación del decálogo de actuación responsable contra la violencia de género de la UG.
Con pañuelos verdes tapando su rostro, unas veinte jóvenes se presentaron en el evento, al que asistieron en su mayoría trabajadores y funcionarios de la UG.
Las jóvenes, que se plantaron frente al presídium, permanecieron paradas y agarradas de la mano durante el mensaje del rector Luis Felipe Guerrero Agripino; al finalizar el discurso y concluir el acto protocolario, las mujeres gritaron “que lo vengan a ver qué lo vengan a ver, ese no es un rector es un fascista, macho, burgués”.
El decálogo
Con el fin de dar seguimiento al convenio que se firmó entre autoridades universitarias, estatal, y municipal con la Comunidad Estudiantil, se presentó y suscribió el decálogo contra la violencia.
En él se establecen 10 principios que fueron leídos por los rectores de campus:
- Garantizar disponibilidad de escucha a las víctimas.
- Actuar de forma diligente en cualquier caso para evitar injusticias en caso de una actuación tardía.
- Solidaridad y evitar la revictimización.
- Ofrecer protección inmediata a las víctimas.
- No justificar ni distraer el punto central de la violencia de género.
- Ser imparcial. ” Cuando haya un conflicto de interés se informará inmediatamente a UGénero”.
- Se atenderán los casos conforme al protocolo de actuación.
- Se informará puntualmente a las víctimas sobre los procesos, y se respetará su decisión sobre cómo proceder.
- Se actuará con responsabilidad institucional.
- Se fomentará el conocimiento y puesta en práctica del decálogo.
En su mensaje, el rector general Luis Felipe Guerrero Agripino indicó que el decálogo no debe ser enunciativo, sino que debe representar la fuerza moral de todos los que conforman la institución.
“En el decálogo se reitera el compromiso de respeto, promoción y defensa de los derechos humanos de la comunidad universitaria”.
Sostuvo que la UG antepone la dignidad de las personas, pero también reconoció que al interior de la institución existen estereotipos sexistas y violencia en contra de las mujeres.
No obstante, admitió que no basta con el reconocimiento de esta práctica y es necesario incidir y corregir las vías que permitan erradicar la violencia de género en la UG.
“El decálogo no es un instrumento perfecto ni una declaratoria impuesta a la comunidad universitaria, lo asumimos como referente moral, que nos oriente y nos permita conducir bajo una causa común”.
