León, Gto. Padres de familia de la escuela primaria María Grever exigen clases virtuales, ya que les prometieron presencia de las autoridades de forma permanente, pero aseguran que no hay condiciones de seguridad para alumnos y maestros.
Inclusive a inicio de la semana la Dirección de Prevención del Delito informó que tras los acercamientos con esta escuela y las telesecundarias 466 y 1070, se sumaron a la necesidad de seguridad otras cuatro escuelas más de la zona de Las Joyas.
Pero ante la negativa de la Secretaría de Educación del Estado de permitirles migrar a clases virtuales en lo que la situación de violencia en los alrededores de Cañada del Real se calma.
Los Padres de familia de la María Grever señalan que por temor no están llevando a sus hijos a la escuela que carece de una barda perimetral completa para resguardar a los alumnos y que a pesar de esto las autoridades educativas si les contaran las faltas a clases.
“Se van a tomar en cuenta las asistencias, a fuerzas tienen que venir el niño nos están obligando a los papás; hemos tenido quejas de papás; muchos están inconformes en traer a los niños todavía (…) Que la escuela es un lugar seguro; eso es lo que nos dijeron: lo que nos preocupa son los niños, hasta los papás cuando vienen a dejar a sus criaturas o a recogerlos en el camino uno no sabe a qué hora vaya pasar eso o ni cómo esconderse; ya por ver te matan también”.
Agregaron que la petición es clara para las autoridades educativas y el delegado de la SEG, Alfredo Ling Altamirano: “ir a clases virtuales mientras la situación se controla”.
“Ellos se lo quitan con eso que es una escuela segura, que no hay peligro, pero no vienen a ver, no más nos dicen; pero nunca se han presentado aquí a la escuela a ver en qué condiciones está; pude venir y esta solo no hay seguridad de nada; los padres de familia ya no quieren venir por lo mismo que tienen miedo”.
La petición de los padres de familia de la primaria ubicada en el polígono de las Joyas es también para la protección de los maestros, los cuales no se atreven a hablar por temor a represalias de las autoridades educativas.
“También por la seguridad de nuestros maestros, porque es su trabajo; nadie va a responderles a su familia si llega a pasarle algo a ellos también; también hablamos por nuestros maestros”.
