Celaya, Gto.- “La realidad que vivimos hoy es muy especial, tal vez la humanidad no había vivido una cosa tan terrible, tan globalizada como hoy, es el terror globalizado, la impotencia globalizada, entonces es importante también que globalicemos el amor”, expuso Banjamín Castillo Plascencia, obispo de la Diócesis de Celaya en su mensaje de Navidad.
Por ello, el Obispo de Celaya aseguró que pese a la situación económica y salud que se viven en Celaya, Guanajuato, México y todo el Mundo son tiempos hermosos, no menos hermosos por la pandemia porque a pesar de ello, el amor de Dios se manifiesta,
“Celebramos una y otra vez tratando de dejar que Cristo se encarne en nuestro corazón, se encarne en nuestra vida, ese amor de Dios. Cada día debemos recordar que necesitamos amarnos, cuidarnos para cuidar a los demás, eso es amor, eso es Navidad”.
Castillo Plascencia exhortó a la unión y amar al prójimo, no a luces y cohetes y cosas externas, no al comercio, tiene que ser amor a nosotros y amor a los demás, que Cristo se encarne y vaya transformando esta realidad muy dolorosa.
“El amor puede ser una expresión también del amor de Dios, hay quienes sufren y se entregan, lo vemos a cada día en los equipos médicos, en las enfermeras, en los que trabajan en hospitales arriesgando mucho más que nosotros, que sirven, entonces eso es amar, eso es encarnar al hijo de Dios en el momento presente. Gracias a todos ellos”.
El Obispo de la Diócesis de Celaya pidió que haya amor en la familia para que pueda transformar esta sociedad a la que –dijo- le falta tanto amor, dado que con una familia bien integrada, amorosa, que sabe perdonarse y que quiere mejorar constantemente, tiene que surgir una sociedad de una iglesia mucho mejor, porque “no hay esperanza para la sociedad con familias desintegradas donde Cristo no se hace presente”.
