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jueves, marzo 28, 2024

Reconocen a sonideros como “patrimonio cultural” tras intentar vetarlos

Ciudad de México, (SinEmbargo). La Alcaldesa de la Cuauhtémoc, Sandra Cuevas Nieves, dio un “reconocimiento” donde asegura que los sonideros de la Ciudad de México son “patrimonio cultural”, aunque no tiene autoridad para asignar esa prerrogativa, luego de semanas de polémicas por tratar de prohibir la instalación de dichos grupos en la explanada del Kiosco Morisco, actividad que cada domingo desde hace 12 años convoca a decenas de personas a bailar, principalmente de la tercera edad.

En un evento de la Alcaldía, Sandra Cuevas entregó el “Reconocimiento de patrimonio cultural de la Cuauhtémoc” a los sonideros de la Ciudad de México, en donde se les reconoció los elementos intangibles para abonar en el reconocimiento y apropiación desde las comunidades.

El grupo de personas que encabezó la protesta visto desde el patio de la casa de Sandra Cuevas. Foto: Tamara Mares, SinEmbargo.

Cuevas Nieves se tomó foto con alrededor de 20 representantes de distintos sonideros de la Alcaldía, quienes luego le agradecieron el reconocimiento. Claudia Curiel de Icaza, titular de la Secretaría de Cultura de la capital, señaló que las declaratorias de patrimonio cultural “no son producto de ocurrencias ni oportunismo político. Son procesos profundos, de investigación y de consenso entre comunidades e instituciones”.

 

LA POLÉMICA DE CUEVAS Y “LOS SONIDEROS”

El pasado 17 de marzo, un Juez federal ordenó a la Alcaldesa de Cuauhtémoc “permitir los bailes en el KioscoMorisco” cada domingo y devolver los equipos confiscados al grupo SonidoSincelejo.

El Juez Décimo Primero en Materia Administrativa de la Ciudad de México fue quien ordenó como medida cautelar a la Alcaldesa Cuevas permitir que se realicen los bailes mientras el juicio se resuelve.

Lo anterior lo informaron Luis Ángel Salas Ramírez, Carla Escoffié y Grecia Mudas, quienes asesoran la demanda presentada por Sonido Sincelejo y habitantes de Santa María la Ribera.

“Este caso podría ser una gran victoria para la defensa del derecho a la ciudad y del derecho a la cultura, debido a que con la cancelación de los bailes se afecta la identidad barrial”, señalaron en un comunicado.

Sonido Sincelejo y habitantes de Santa María la Ribera presentaron una demanda de amparo contra la orden de prohibir los bailes que se realizan desde hace más de una década en el lugar y en donde participa en su mayoría personas de la tercera edad.

El pasado 19 de febrero, Sandra Cuevas ordenó prohibir los bailes que se realizan en el Kiosco Morisco. Ese mismo día, aproximadamente 30 personas acudieron a las afueras del domicilio de la Alcaldesa para reclamar su decisión, hecho que desató la violencia entre los asistentes y las autoridades de la Alcaldía.

Israel Quiroz, director general de Servicios Urbanos de la Alcaldía, había acusado a los vecinos de vender alcohol y de robar el servicio de luz. Asimismo, indicó que hace tres meses se intentó dialogar con los habitantes de la zona para habilitar un centro de cultura y un deportivo para que se bailara en dichos sitios.

Sin embargo, Luis Ángel Salas Ramírez, vecino de Santa María La Ribera, negó que se haya hecho esta oferta, y dijo que la Alcaldesa no se prestó al diálogo de manera personal y los señaló por dar “mala imagen” en una reunión hecha con funcionarios de Cuauhtémoc a inicios de febrero.

Tras la violencia desatacada cerca del domicilio de la Alcaldesa, la mandataria de la Cuauhtémoc despidió a dos funcionarios: Salvador Santiago Salazar, director general de Gobierno, así como a Ariel González Gama, director de imagen y mantenimiento del espacio publico.

La Dirección General de Gobierno de la Alcaldía Cuauhtémoc y el director general de concertación política de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México, ofrecieron a los vecinos entablar mesas de diálogo, pero los ciudadanos manifestaron su renuencia a hablar con el Gobierno de Cuevas tras los enfrentamientos y el robo de su equipo de sonido.

La Alcaldesa consideró preocupante que su dirección privada haya sido compartida públicamente, por lo que solicitó medidas cautelares, las cuales fueron concedidas por un Juez de Control.

A pesar de los hechos, reiteró su decisión de retirar los sonideros del Kiosco Morisco. “No me retracto de haber retirado a los sonideros irrumpiendo la paz y tranquilidad de vecinas y vecinos. Es un decisión que no va a cambiar”, agregó.

“Que las personas de la tercera edad pueden bailar”, se lee en una de las pancartas que portaban las personas en la protesta a las afueras de la casa de Sandra Cuevas.

La Alcaldesa Cuevas, cuyo domicilio colinda con la Alameda de Santa María la Ribera donde se encuentra el Kiosco Morisco, justificó la decisión de prohibir el sonidero debido a las quejas de vecinos, pero el diario El País público el pasado 11 de marzo que la Consejería Jurídica de Ciudad de México sólo tiene registro de tres denuncias entre enero y diciembre de 2022.

La periodista Constanza Lambertucci detalló que dos de las quejas se hicieron el lunes 14 de marzo y una se hizo el lunes 18 de abril.

El País también pidió información vía transparencia a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de Ciudad de México, pero respondió que “no se encontró expediente de denuncia ciudadana relacionada con la problemática de ruido causado por los bailadores que se reúnen en la Alameda de Santa María la Ribera los días domingos”.

Al menos una treintena de personas se congregó frente a la casa de Sandra Cuevas Nieves, Alcaldesa de Cuauhtémoc, para protestar en contra de la decisión que tomó de prohibir la realización de bailes y la instalación de sonoderos en el Kiosco Morisco.

La misma petición de información fue hecha a la Alcaldía Cuauhtémoc, pero no dio respuesta; aunque el medio Aristegui Noticias publicó que sólo hubo dos quejas vecinales en 2020 y 2021, es decir, cuando Cuevas aún no ocupaba el cargo.

Sandra Cuevas justificó la decisión de prohibir el sonidero asegurando que quienes lo manejan se negaron a bajar el volumen, pero vecinas y vecinos opinan que el problema principal no es ni el ruido ni la presencia de bailarines los domingos en la alameda, sino la intolerancia de la Alcaldesa.

La Alcaldesa aseguró el pasado domingo 19 de febrero que no se retractará pese a las protestas. “A mí no me mueven en lo absoluto, por mí se pueden manifestar los domingos que quieran, y también los sábados y entre semana, pero la decisión no va a cambiar”, aseguró a medios.

-Con información de Tamara Mares

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