Guanajuato, Gto. “Yo nunca pensé que fuera río, creí que era el desagüe de todo lo que viene del centro de Guanajuato, de la tubería” comenta Ricardo, un visitante del Camino Antiguo de Marfil, que iba acompañado de su familia.
Desde hace más de cinco años activistas de ‘Los Guardianes del Camino Antiguo a Marfil’ han alertado a autoridades del grave abandono que sufre el antiguo camino y que ya rebasa las posibilidades de cuidado de las y los vecinos.
Esto por las deficiencias en el tratamiento de las aguas del río y la afluencia de descargas a su cauce; además de la prevalencia de derrumbes en el muro de contención del camino, que ocurrieron durante las pasadas temporadas de lluvias.
El Río Marfil se percibe varios metros de distancia del cauce por su olor; esta una problemática que ya tiene mucho tiempo y que incrementó al dejar de funcionar la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) el 29 de febrero de este año, que ocasionó que el olor fuera insoportable.
Si bien, personal del PTAR asegura que fue la primera ocasión, integrantes de ‘Los Guardianes’ cuestionan que en 20 años haya sido un caso exclusivo.
“Esto que tú hueles, Fer no es nada a lo que pasó hace dos meses. El olor era realmente pestilente. No podías abrir las ventanas de tu casa. (…) Esto sigue siendo terrible, pero estaba aún peor” comentan los integrantes del grupo.
‘Los Guardianes’, hacen hincapié que la preocupación no sólo en el tramo particular de Marfil, sino del río en su totalidad, pues pasa por Pastita y desemboca en la presa de La Purísima.
“Mira, por ejemplo esto verde que se empieza a ver por aquí ya es una cantidad grande de materia orgánica. Esto se da generalmente cuando tienes muchos drenajes domésticos. Esas costras negras que van flotando, no deberían existir. Se crean procesos anaeróbicos que van a ir matando toda la fauna y la flora que hay alrededor” cuenta una especialista en Ciencias del Agua.
Recientemente, una investigación de Gabriela Ana Zanor y Melina Esperanza García Flores, de la Universidad de Guanajuato, reveló que el agua de la Purísima presenta contaminación, y una parte de esta se debe a descargas sanitarias que no fueron correctamente tratadas.
“A mí lo que me preocupa es el tema de la salud. (…) Mucha gente pasa por aquí usando sus mascarillas ya para cuidarse del olor del río. Es una injusticia tremenda que no podamos respirar ni siquiera al aire libre en este contexto de la pandemia, por las afectaciones que tienen que ver con un río contaminado” alertan.
Esto pues al grupo de activistas les preocupa las consecuencias a la salud que puedan presentar vecinos y los mismos visitantes que usan el camino para correr, pasear en familia, o comer.
“Nada más huele en ciertas zonas muy fuerte. Pasas esa zona y ya se tranquiliza. Por eso es digo ‘pásale, corre, corre’. Y ya le sigues” dice Ricardo, quien acudió ese día a pasear con su familia.
Por otro lado, los activistas también alertan de que aún prevalecen dos derrumbes grandes en el muro de contención del camino que ocurrieron durante pasadas temporadas de lluvias, y que no están debidamente resguardados para proteger a transeúntes.
Además de externar preocupación de falta de prevención de autoridades por si esto volviera a suceder en próximas temporadas de lluvias.
En el piso camino se pueden ver viejas cintas de precaución y troncos de tránsito como únicas medidas de precaución y alerta en la zonas de derrumbes.
Ubicado en la zona, el Camino Antiguo a Marfil es un área de preservación ecológica con gran historia, vinculada a las haciendas de beneficio de Guanajuato, y atractivo turístico de la capital.
