La alergia a los cacahuates es una de las más sonadas en el mundo, especialmente en Estados Unidos, debido a que sus consecuencias suelen ser bastante notorias y algunas veces graves, como si el martirio de no poder disfrutar de estos frutos secos no fuera suficiente. La buena noticia es que la ciencia cada vez está más cerca de dejar en el pasado está afección, pues de acuerdo a un estudio, publicado en el New England Journal of Medicine, científicos de varias organizaciones unieron sus conocimientos para reducir la gravedad de la reacción alérgica al maní.
“Los resultados muestran que gracias a una harina de cacahuete rociada en la comida los niños -con alergia severa al cacahuate- no solo pueden comer más cantidad, sino que la reacción a pesar de ingerir más producto también es menor”, explicó Montserrat Fernández, responsable del Servicio de Alergología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y coautora del estudio.
El estudio se realizó con 551 personas de 4 a 17 años, con tolerancia menor a 100 mg de cacahuate (cada uno pesa aproximadamente 250); a 372 de ellos se les expuso durante un año a alimentos rociados con harina de cacahuate, mientras que el resto recibió un placebo. Al pasar el lustro, los pequeños que recibieron la harina de cacahuate toleraron hasta seis veces más cantidad que cuando comenzaron el estudio clínico.
Durante el estudio, todos tuvieron alguna reacción alérgica, pero solo en un 5% de ellos esta fue severa. Los resultados son mejores cuando el fármaco se administra a edades tempranas”. Entre los que recibieron un placebo, tan solo un 5% mejoró su situación alérgica.
El estudio se encuentra en la fase de aprobación para ser comercializado ya que el medicamento debe ser revisado por la Administración de Drogas y Alimentos de EE UU y la Agencia Europea del Medicamento, lo que le convertiría en el primer fármaco que trata la severidad de la alergia a los cacahuaes.
