León, Gto. Un caso de negligencia médica a causa de personal que no cuenta con la certificación en la materia, cobró la vida de una mujer que se sometió a una liposucción el pasado viernes 14 de agosto.
El colegio de cirujanos plásticos de León, dio a conocer a través del esposo y hermana de Violeta Gasca, que la mujer de 41 años, había perdido la vida en el hospital privado Ramírez Guardiana, tras una lipoescultura a manos del doctor Marco Enrique Pacheco García.
Los afectados denunciaron en una rueda de prensa, que el médico no contaba con la especialidad necesaria para realizar el procedimiento estético, luego de que se vieron atraídos por el bajo precio del costo del paquete recomendado por amistades.
“Ella lo único que quería era mejorar y se dejó engañar por un grupo de personas que se dedican a promocionar estos médicos. Gracias al procedimiento que el doctor Marco Enrique Pacheco García realizó a Violeta perdió la vida”, comentó Pía Salazar, abogada de la familia Gasca y representante legal del colegio de cirujanos.
Explicó que piden la clausura del hospital Ramírez Guardiana, ubicado sobre el bulevar San Pedro, tras las denuncias presentadas tanto a la Fiscalía General del Estado como a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios y la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, para que Julieta tenga justicia.
Detalló que el médico Marco Enrique labora los fines de semana en Celaya y es los fines de semana cuando atiende la clínica privada en león.
El paquete que le recomendaron sus conocidos, tuvo un costo aproximado a los 40 mil pesos, valor muy inferior al del mercado que llega hasta los 150 mil pesos, señaló Gustavo Jiménez, presidente del Colegio de Cirujanos plásticos de Guanajuato.
El médico explicó que al mes, un aproximado de 3 a 10 personas recibe terapia en hospitales certificados tras las malas prácticas.
“Por cada cirujano plástico en el país hay de 8 a 9 que se dicen ser pero no lo son e incluso es tan grave y cínico el problema que hay personajes que ni siquiera son médicos y usurpan la personalidad de algún otro médico, utilizan su cédula profesional y operan en lugares clandestinos, como cocheras o locales comerciales y estéticas”, comentó Gustavo.
Señaló que era gente sin escrúpulos quienes realizaban estas prácticas porque saben que no tienen la preparación. El camino es fácil pero no imposible, dijo.
“Estos doctores se dejan ilusionar por una falsa ilusión de gente que les oferta una especialidad o diplomado que no tienen legalidad dentro de nuestro país pero que ellos quieren creer esa realidad pero en el fondo saben que no tienen la capacidad adecuada. No puede comparar un curso de 6 meses o 4 años en línea que una residencia médica en la que estás 24 horas en un hospital con guardias atendiendo problemas en el medio hospitalario”.
Por último explicó que si el médico es procesado e inculpado, podría verse preso hasta por cinco años, por lo que pidieron a las autoridades justicia para Violeta Gasca.
