Guanajuato. México enfrenta un repunte de enfermedades prevenibles como la tosferina y el sarampión, y el principal factor detrás de este incremento es el rezago en la vacunación infantil y en adultos jóvenes, así lo advirtió el infectólogo Alejandro Macías Hernández.
En entrevista, el especialista enfatizó que la caída en las coberturas vacunales en años recientes ha dejado al país en una situación de vulnerabilidad ante enfermedades que se consideraban bajo control.

“Con mucho, el principal factor detrás del incremento de los casos de tosferina y de sarampión tiene que ver con la pobre vacunación que existió en años recientes en México, que pasó de ser de los países con índices más altos de vacunación infantil a un país de pobre vacunación, esa es la verdad”, afirmó.
Alejandro Macías explicó que la recuperación de las coberturas vacunales tomará tiempo, aunque ya hay esfuerzos por revertir la tendencia con el regreso de campañas masivas.
“Ahora se va a empezar a recuperar poco a poco la tasa, principalmente con foco a vacunas prioritarias como la vacuna hexavalente, que incluye la de la tosferina, y posteriormente la del sarampión y rubéola, con políticas como las Semanas Nacionales de Vacunación que se van a reinstalar”, explicó.
En el caso de la tosferina, el infectólogo subrayó que no sólo deben vacunarse los niños con la vacuna hexavalente, sino también las mujeres embarazadas.
“Las mujeres embarazadas deben estar vacunadas contra la tosferina; así se está haciendo desde las instituciones oficiales para que el niño nazca con inmunidad”, señaló.
Respecto al sarampión, el reto es mayor, ya que hay una parte significativa de la población adulta que no tiene protección adecuada contra el virus.

“Hay muchos adultos que no tienen inmunidad contra el sarampión; hasta los 40 años todavía hay un riesgo. Habrá que hacer campañas para empatar la vacunación infantil con las cifras que deberíamos tener y también promover la vacunación en los adultos”, agregó.
El especialista recordó que durante la pandemia muchas personas dejaron de asistir a los centros de salud, lo que también contribuyó a la caída de la cobertura.
“En la pandemia mucha gente no salió a vacunar a sus hijos, a vacunarse a sí mismos, y ese podría ser otro factor sin duda”.
Finalmente, Alejandro Macías insistió en que el camino para prevenir nuevas olas de sarampión y tosferina es recuperar los niveles de vacunación en todos los grupos de edad.