León, Gto. En el corazón de la colonia Obrera se encuentra el Mercado Revolución, un lugar donde prevalece la falta de comerciantes y se oferta el abandono de sus locales en renta.
Ubicado en el Cerro de las Covachas, lo que sería un mercado donde el comercio sería el pulso económico y social de la zona, hoy en día, el emblemático espacio se encuentra sumido en el abandono y las carencias, con apenas unos pocos locales activos que luchan por mantener viva su esencia.

Las calles Colombia, República de Chile y Sonora, rodean el mercado cuya fachada da acceso a la zona comercial que vive de día pero que en las tardes y noches su soledad contrasta con otras zonas comerciales de la ciudad.
Antojitos mexicanos, postres, carnicerías, chocomiles, frutas y verduras pueden encontrarse pero no a todas horas, ya que algunos comerciantes solo abren a determinadas horas del día o de la noche, contrario a otros mercados donde los locales abren temprano y cierran tarde.

Las pocas ventas han sido motivo por el cual algunos comerciantes han cerrado de manera permanente sus locales, cuentan vecinos de la Obrera. También, señalaron que la plazoleta del mercado se ha convertido en punto de reunión de pandilleros, pues el entorno se vuelve inseguro debido a la falta de vigilancia y su cercanía con hechos delictivos.
Desde hace catorce años fue inaugurado el mercado, pero a la fecha, son pocos los comerciantes que se mantienen en sus puestos pese a las altas y bajas en cuestión de economía.
Firmes desde hace 14 años
El señor Gustavo Aguirre Ramírez, vendedor de gelatinas con rompope, es uno de los pioneros que obtuvo una concesión en la Dirección de Mercados. Recuerda que antes, al igual que otros comerciantes, se instalaban debajo de un tejabán en la vía pública.
Mencionó que entre semana y por las noches es más evidente el abandono del mercado, pues aseguró solo ocho locales estaban abiertos, mientras que por las mañanas son más, aunque también lucen más cerrados y con oficios de revisión.

“Son como 40 locales y solo están como 9 abiertos por las noches. Todo son cenas. En la mañana sí trabajan más personas y el área de comedor está más llena a la hora de la comida”, mencionó Gustavo.
Dijo sentirse decepcionado de los directivos del mercado, pues las carencias como la falta de agua, al menos en su local, es una molestia desde hace varios meses, pues dejan desatendidos a los locatarios.

“La economía está por los suelos. No se vende. Pero también si deja uno de trabajar, no se puede hacer eso. Lo que hace falta es más comunicación con los directivos del mercado porque no nos hacen caso”, opinó.
Un carnicero de nombre Alberto, mencionó que al igual que él y el señor Gustavo, no todos los comerciantes del mercado Revolución corrieron con la misma suerte, pues las bajas ventas les obligaron a bajar las cortinas de sus locales.

“Lo que hace falta al mercado es publicidad y más unión entre los comerciantes porque en un mercado lo que se necesita es la colaboración de todos porque si no no podemos lograr lo que queremos y que los clientes nos volteen a ver y vuelvan a visitarnos”, dijo Alberto.
¿Y mercados?
Durante la visita en este mercado algunos clientes y vecinos de la zona, solicitaron las facilidades de la dirección de Mercados, para que los comerciantes puedan abrir negocios en este lugar.
Señalaron, que contrario a las bajas ventas que aseguraron comerciantes, los locales están vacíos porque los interesados se niegan a pagar los altos costos de los permisos para poder instalarse en el mercado.

Lo que hace que el mercado se vuelva un monopolio y que ingresen solo comerciantes de antigüedad, confianza y los que pagan las concesiones, mencionaron visitantes de la zona.
Al intentar contactar a la dependencia municipal para conseguir una postura respecto a dichas opiniones, no fue posible hacerlo debido a que los encargados se encontraban en operativos relacionados a las fiestas y ventas decembrinas.