León, Gto. Como verdaderos maestros de la repostería se consideran los experimentados panaderos que se atreven a preparar los panes en versión miniatura que se ofrecen a los visitantes en las tradicionales fiestas religiosas que hay en la ciudad como lo es la bendición de los panecitos en el templo de San Nicolás ubicado en el Barrio Arriba.
Y es que panaderos consultados por Zona Franca señalan que son pocos los establecimientos que venden estos productos en cuyos hornos se introducen panecillos en moldes y que en otras panaderías normalmente se elaboran bajo pedidos especiales como lo es la siguiente fecha que se conmemora cada 10 de septiembre en León.
Javier González, panadero con 20 años de experiencia y trabajador de la Panificadora San Juan Bosco, durante entrevista explicó que el proceso de elaboración de las piezas miniaturas es el mismo que el normal, ya que lo único que cambia es el tamaño pues son los mismos ingredientes.
“Siempre es más difícil hacer pan más pequeño, se necesita tiempo ya trabajando para poder hacer diferentes piezas”, comentó Javier.
Agregó que las panaderías que se dedican a surtir a los comerciantes que venden las piezas de pan en las fiestas religiosas, los panaderos son expertos en la elaboración de todo tipo de panes como conchas, donas, cuernos, cocodrilos, mantecadas, orejas, moños, entre otros.
Por su parte Alexis, otro de los compañeros del panadero, coincide con la laboriosa labor y talento que hay detrás de los productos que se ofertan en la fiesta de los panecitos.
“Un principiante debe empezar desde abajo y poco a poco se va dando cuenta de lo que se trabaja en la panadería”, dijo panadero.
En la familia de Javier todos son panaderos y señala que otros años a los comercios de la zona han llegado personas a solicitar pedidos de pan pequeño, el cual es elaborado para su reventa en otros puntos de la ciudad.
Ese día como cada año en las afueras del templo ubicado sobre la calle 27 de Septiembre se instalan numerosos puestos que además de vender antojitos mexicanos ofrecen piezas de pan en miniatura para degustar en compañía de la familia, pues además hay música, juegos mecánicos, quema de castillo y pirotecnia.
Todo esto en honor a San Nicolás Tolentino, por una tradición que inició en el siglo XIX y que a la fecha sigue tan popular en la también parroquia del Señor de la Salud en donde para eses autoridades municipales ya preparan un operativo para que todo se mantenga en orden.
