León, Gto. Termina su discurso, aplausos, fotos, saludos, felicitaciones, da entrevista, sigue saludando, se aleja del auditorio y camina de regreso a sus actividades. No hay una sola manifestación, nada en su contra, fue su día, salió perfecto.
Nada inmuta a Carlos Zamarripa Aguirre, Fiscal General del Estado, ni siquiera un Auditorio José María Morelos y Pavón lleno y con todas las personalidades políticas estatales. Incluso, pudo anunciar la creación de un nuevo centro de búsqueda para personas desaparecidas para olvidar que se desmarcó de la violencia que azota al Estado.
“Se me pregunta, ¿Por qué la fiscalía no ha logrado prevenir la comisión de delitos, ¿Por qué siguen aconteciendo?,¿Por qué algunos de alto impacto y que generan violencia van a la alza? Mi respuesta es porque nuestra competencia comienza cuando el delito ha ocurrido a fin de esclarecerlo“, y ya, no dice más, se enrolla entonces en números, carpetas de investigación, nuevas áreas.
Ahí en un traje negro al centro del auditorio con su discurso, ya se le olvidó que se convirtió en el fiscal más conocido, que incluso se le denominó el fiscal carnal luego de que, en el Congreso Local y el gobernador avalarán su permanencia otros nueve años.
Ahí estaban sus entonces jefes: Juan Manuel Oliva Ramírez y Miguel Márquez Márquez exgobernadores del estado. Ahí estaban los alcaldes del corredor industrial, y los más afectados por la violencia. Ahí estaban sus colegas fiscales de Michoacán y de Querétaro, porque dicen, quieren replicar el trabajo de la fiscalía guanajuatense.
Nadie puede robarle protagonismo, nadie puede pasar al frente, ni siquiera los medios para sacar fotos, hay una colaboradora de la fiscalía que enérgica mueve de lugar a aquel que se atreva pasar hasta adelante.
Atrás ya descansan los que hicieron de “hostess”, ubicar a cada uno de los asistentes estaba perfectamente organizado.
Zamarripa Aguirre lanza lo que dice han sido logros; por supuesto habla de la detención de El chileno, Raúl Julio Escobar Poblete “Comandante Emilio”, y después más numeralía.
Ya por el minuto 25, casi al término. Otra vez no hay cifras sobre la situación de desaparecidos, ni cuántos hay, ni cuántos encontraron, ni tampoco una disculpa por las agresiones que los activistas han documentado.
“Anuncio oficialmente la creación de un Centro Estatal de Localización Identificación de Personas (…) todo lo cual constituye un nuevo sistema forense de búsqueda de personas. Asimismo, particularmente en el caso de mujeres desaparecidas implementar el protocolo Alba para su búsqueda y localización especializada”, lanza el fiscal.
Agradece a su familia, esposa e hija ahí presentes, se le atora algo en la garganta. Ese algo que tienen las víctimas de desaparición desde años y que ahora la promesa es el centro para encontrarlas.
Zamarripa se traba dos veces, pero regresa a su discurso con facilidad, domina la materia, domina al auditorio.
Nada roba protagonismo a su discurso, ni siquiera el Gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo cuando le “llama” la atención y le recuerda que la seguridad es tarea de todos las autoridades.
Zamarripa regresa a su oficina, con el camino limpio para que nada se entorpezca, ya cumplió, ya acabó su discurso, ya entregó resultados. Viene un año más.
