Silao, Gto. Más de 250 trabajadores que estaban en sus casas por padecer comorbilidades como hipertensión y diabetes, tuvieron que regresar desde este lunes a trabajar, aún y con los contagios registrados de COVID-19 en la planta, de lo contrario serían despedidos. Así lo denunció Israel Cervantes Córdova, representante de la organización Generando Movimiento.
Indicó que los trabajadores de General Motors que tienen cáncer y sus compañeras embarazadas no regresarán, pero casi el 90 por ciento de la población vulnerable regresó a labores aún con los más de 25 contagios y siete decesos registrados en la planta que han logrado conocer.
Cervantes Córdova comentó que fueron los directivos que decidiron que regresan los trabajadores a sus labores, aunque la ley les obliga a mantener a las personas vulnerables en resguardo ante la contingencia sanitaria por COVID-19.
“Que sigan los cuidados más que nada, porque ellos son los más vulnerables y perjudicados, ahora vamos a ver qué pasa, porque de por sí, ya había varios infectados y de esos, 7 han fallecido, entonces esperemos que no pase más. Esperemos que con la visita de la Secretaría de Salud durante la semana pasada, se hayan dado cuenta y estén tomando mejores decisiones sobre los protocolos que deben seguir los trabajadores”.
El representante de Generando Movimiento contó que los trabajadores no tienen opciones, pues de no regresar serían despedidos y son amenazados. Dijo que los que regresan se autocuidan los doble como pueden.
Cervantes Córdova recordó que la semana pasada acudió la Secretaría de Salud a la planta, pero se tienen que redoblar las medidas y más ahora que regresa personal vulenerable, con los atecedentes de contagios y decesos por coronavirus en distintas zonas de General Motors.