Celaya; Gto.- Benjamín Castillo Plascencia, Obispo de la Diócesis de Celaya, se reincorporó a sus actividades luego de guardar cuarentena por tres semanas afectado por COVID-19, desde el pasado 21 de diciembre.
“Ya estamos recuperados, no me afectó mucho, solo tuve una afectación del estómago, pero Gracias a Dios no hubo problema pulmonar, lo más bajo que tuvo fue 92 por ciento, pero todo está bien y no pasó a mayores”.
El Obispo de 75 años, dejó de oficiar la misa dominical e incluso su mensaje de Navidad fue por escrito, hasta este domingo cuando volvió a presidir la celebración en Catedral.
Desde que se dictó la pandemia sanitaria en marzo, la Diócesis de Celaya reporta cuatro padres que perdieron la vida a consecuencia del Coronavirus, y en la actualidad dos padres están bajo observación médica.
“Las fiestas (Navidad, Año Nuevo y Reyes) afectaron, ocasionaron aglomeraciones, salieron a comprar los regalos y si bien es tiempo como se acostumbra en estas fechas, desafortunadamente las personas no se cuidaron y se tienen las consecuencias de contagios y muertes por este mal”.
“Quien a hierro mata a hierro muere”
El Obispo lamentó que los crímenes continúen en Celaya, en el estado y en México y, aquellas personas que los cometen olvidan que “a quien hierro mata a hierro muere”.
“Es muy fácil quitar una vida, pero no se ponen a ver cuánto vale una y aprender a respetarla, ellos (asesinos) están al borde de lo mismo (ser asesinados), no respetan tampoco la vida y tampoco valoran la suya”.
Benjamín Castillo Plascencia volvió a exhortar a quienes pertenecen a grupos delictivos a convertirse, para terminar con la violencia como ocurrió con el multi homicidio de nueve personas en un velorio y una familia de cuatro integrantes.
