Salamanca, Gto. Una hora duró la supervisión en las instalaciones de la refinería Antonio M Amor (RIAMA) que realizó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en su sexta visita a Salamanca.
“Está bien (la refinería) de todas maneras vamos a invertir este año en rehabilitación 3 mil 500 millones de pesos. Son doce plantas que se van a intervenir”, fue lo único que se limitó a declarar al salir de la planta de Pemex.
En punto de las 17:40 de la tarde de este viernes, salió el convoy conformado por ocho camionetas, una de éstas en la que viajaba el mandatario federal, a quienes se aproximaron manifestantes del movimiento ‘ Dignidad Comunitaria Coronilla Nazahua’ quienes le pidieron su intervención para que les devuelvan sus casas, mismas de las que fueron desalojados el pasado 18 de marzo.
“Señor presidente pedimos su intervención. La presidenta Lorena Alfaro mandó a su hijo personalmente a amanezarnos de muerte ” refirieron los irapuatenses, con señalamientos contra la alcaldesa.
Simpatizantes de López Obrador y trabajadores de la refinería y del hospital de PEMEX también lo esperaron, para tomarse fotografías.
Ahí bajo el sol, se habían mantenido cerca de 50 personas desde las dos de la tarde, previo a la llegada del ejecutivo federal que ingresó por la puerta 1, cuyo acceso se encuentra sobre la calle Poza Rica de la colonia Bellavista.
Alrededor había elementos de la Policía Municipal y la Guardia Nacional, quienes realizaron recorridos. La puerta 1 estuvo cerrada desde la mañana de este día, para lo que se usaron estructuras metálicas.
Trascendió que en PEMEX se desplegó un protocolo para que los trabajadores, sobre todo administrativos, abandonaran las instalaciones antes de la hora pactada de la llegada de López Obrador, quien venía de la refinería de Tula, Hidalgo.
En comparación con otras visitas, está fue en la que mayor número de personas se concentró,
Antes de su arribo, sobrevoló muy cerca un helicóptero que aterrizó dentro de Pemex, sin embargo, transcurrieron 30 minutos y justo a las 16:30 horas, llegaron las camionetas hacia las que corrieron las personas para entregarles hojas y sobres.