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martes, marzo 19, 2024

Un año de luto, impunidad y silencio en San Miguel de Allende

San Miguel Allende Gto.- Hace un año que la familia Cayente no encuentra paz, ni justicia; el 13 de diciembre del 2018 Leonardo Reyes Cayente, migrante de 23 años fue asesinado por elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado en la comunidad Corralejo de Abajo, cuando estaba de visita con su familia para pasar las fiestas decembrinas.

La versión oficial dice que Leonardo y otras dos personas, que nunca fueron identificadas ni encontradas, agredieron a tiros al grupo de policías estatales, que por ello habrían dado muerte al joven en el camino vecinal que conduce hacia la comunidad San Damián.

El 13 de diciembre del 2018, en circunstancias extrañas, Leonardo Reyes Cayente fue ultimado por elementos de las FSPE en un camino vecinal. Foto: Cortesía.

Retrasos intencionales

Los abogados de la familia, han denunciado el retraso intencional del caso por parte de la Fiscalía General del Estado y de la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato (PDHEG), han pasado 365 días y la justicia no llega, ni parece acercarse.

Por esto, los abogados iniciaron dos procedimientos legales más; uno donde solicitan al Juez de Control que la Fiscalía, en un lapso específico y en forma legal, les informe la situación actual de la investigación.

Abogados de la familia Reyes Cayente. Foto: Archivio.

“Con este recurso, emplazaremos a la Fiscalía que un determinado lapso de tiempo, en forma legal nos informe sobre la situación actual de la investigación y a partir de su respuesta actuar en consecuencia”, señalo Juan José Padierna, abogado de los deudos.

El otro recurso ante la PDHEG, busca tener la viabilidad para que dicha instancia, lo remita a competencia federal.

Se han promovido diversos recursos legales para agilizar el caso, pero no han sido suficiente. Foto: Archivo.

“Todo eso es mentira”

“Todo eso es mentira”, asegura Guadalupe Cayente Moreno, mamá de Leonardo, quien recuerda a su hijo agonizante ante las risas de los oficiales; ella y otros 4 miembros de su familia cuando oyeron los disparos fueron a ver qué pasaba, pues su hijo había ido en su camioneta por ese rumbo a buscar señal para su teléfono celular.

La escena que encontraron los paralizó y los mantuvo escondidos entre los matorrales mientras los oficiales aparentemente manipulaban la escena para que pareciera que había habido un enfrentamiento, luego volvieron a disparar, por lo que la familia se alejó, relato que está asentado en la declaración de los familiares en la denuncia.

“Yo recuerdo todo como si lo viviera día a día, desde que mi tío llegó a preguntar en la madrugada del 13 si no faltaba alguien, que si estaban ahí todos los muchachos, porque policías estaban disparando, cerca del camino a San Damián.

“Salimos rápidamente para llegar al lugar donde la policía tenía la camioneta con Leo, que aún se quejaba, nosotros estuvimos escondidos entre los matorrales, los cinco que llegamos ahí vimos como arreglaron todo, como se reían, y volvieron a disparar, por lo que nos tuvimos que retirar pero nosotros vimos todo, y eso ya está registrado en la carpeta de investigación”, relata uno de sus familiares.

Guadalupe Cayente Moreno, madre de Leonardo busca justicia hace un año. Foto: Archivo.

Proceso estancado

A la fecha el proceso se mantiene estancado, y de la investigación no sale ni un ápice de información incluso para la familia o abogados, la excusa -relata Guadalupe- es que no se ha presentado un testigo, según comentó el fiscal Carlos Zamarripa Aguirre a medios de comunicación hace meses.

“Fíjese, la otra vez vi cuando el fiscal decía que las cosas no avanzaban, porque nosotros habíamos dicho que teníamos un testigo, se lo dijo a los reporteros en una plática que tuvieron con él; que había visto todo y que no lo hemos presentado.

“Yo le digo al fiscal que se equivoca, no solo fue un testigo fuimos cinco y ahí está dicho en la declaración que hicimos ante el ministerio público, entonces quiere decir que el señor fiscal no está enterado de nada ¿O qué está sucediendo entonces?”, cuestionó.

Fiscal General del Estado, Carlos Zamarripa Aguirre. Foto: Archivo.

Promesas y esperanza de Justicia

La madre de Leo ha peregrinado por todos lados y con diversos personajes e instancias desde municipales hasta federales, hasta hoy no ha recibido respuesta, la carpeta de investigación en la Fiscalía General del Estado, continúa abierta, sin acción que la complemente, según explican los abogados.

Tras el funeral de Leo, entre la consternación y el coraje, los familiares y pobladores de Corralejo de Abajo se manifestaron frente a las oficinas de la Fiscalía Regional D, que calificó públicamente al joven como un delincuente y justificó el actuar de los 5 oficiales hombres y una mujer.

Por el caso la PDHEG inició una investigación, que a decir de su titular José Raúl Montero de Alba, ya concluyó, pero se ha rehusado a revelar los resultados, así como tampoco se han hecho recomendaciones a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, ni a la Fiscalía General.

La familia solicitó apoyo incluso de figuras como el Padre Alejandro Solalinde, quien difundió el caso a nivel nacional pero no resultó en avance alguno.

Abordaron al gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, y el Secretario de Atención al Migrante, Juan Hernández, durante una gira de trabajo en el estado de Texas en los Estados Unidos, quienes prometieron a coadyuvar para que se diera respuesta al caso.

También buscaron apoyo de las senadoras morenistas por Guanajuato, Antares Vázquez Alatorre y Martha Lucía Micher Camarena, quienes intentaron llevar el caso a nivel federal pero no les fue posible.

Familiares de Leonardo y migrantes, abordaron al gobernador en el Aeropuerto de Texas, para solicitarle apoyo en el caso. Foto: Archivo.

“Hasta limpiar el nombre”

El cruce de los caminos a San Damián y a Corralejo de Abajo no ha cambiado mucho, pero parece no tener memoria, guarda silencio a mitad del llano entre matorrales, huizaches y mezquites, que también saben la verdad.

Loma abajo, frente a la fachada en obra negra adornada con un moño blanco de esperanza; con un retrato de su hijo en las manos y lágrimas tras sus gafas se oye a una madre determinada:

“No descansare hasta que haya justicia para Leo, no importa el tiempo que tenga que pasar, seguiré exigiendo justicia y que se limpie el nombre de mi hijo”.

La noche que lo mataron sus sobrinos se quedaron esperándolo con la puerta de la habitación que compartían abierta. Foto: Miguel Castro.

Hoy en la comunidad a las 11 de la mañana habrá una misa, la primera en memoria de Leonardo Reyes Cayente.

 

*Con información de Roberto Gutiérrez

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