San Miguel de Allende, Gto. Las mujeres son el principal blanco de los acosadores callejeros, situación que se agudiza en algunos de los puentes peatonales ubicados a lo largo del libramiento José Manuel Zavala.
Las afectadas compartieron a este medio, las desagradables experiencias que han vivido al cruzar una de las vialidades más transitadas en la ciudad patrimonio de San Miguel de Allende.

Al realizar un recorrido por uno de los puentes peatonales instalados en las inmediaciones del centro comercial La Luciérnaga, ciudadanas coincidieron en la problemática que las agobia y las hace sentirse inseguras.
“Sí queremos usar el puente, pero cuando vemos que nos vienen siguiendo, da miedo porque ya me ha tocado que te silban o van diciendo cosas. Prefiero cruzar cuando está el semáforo en rojo que pasar la impotencia y el coraje por personas irrespetuosas”, dijo una de las denunciantes.
O se arriesgan a ser parte de los estragos de un accidente al cruzar el libramiento o de sufrir acoso al evitar la circulación de forma segura.
“Las lonas de publicidad se vuelven un problema porque ahí es donde aprovechan incluso para llegar a hacer tocamientos”, dijo otra sanmiguelense.
Otras mujeres que caminan en compañía de sus hijos, dijo que los acosadores no son nada tontos, pues entre sus víctimas se encuentran jóvenes y adolescentes.

“Yo vengo con mis hijos y no me han dicho nada, pero me ha tocado ver que las muchachitas salen corriendo porque ya las he visto llorar porque les faltaron el respeto”, compartió la denunciante.
No obstante, algunas ciudadanas que también iban acompañadas de sus parejas, mencionaron que lo anterior disminuye cuando van con un hombre, aunque consideran que una confrontación podría salirse de control y terminar mal.
“No es que esté un acosador en cada puente. Lo que pasa es que aprovechan cuando ven a una mujer sola y como saben que arriba del puente no les pueden hacer nada, pues por eso se portan así cuando ven la oportunidad”, dijo otra mujer.
Es por eso, que las ciudadanas piden una mayor presencia policíaca con el fin de poder disminuir el acoso callejero.