León, Gto. Las coladeras sin rejilla, con huecos rectangulares expuestos en el pavimento, se han convertido en un peligro constante para quienes transitan en bicicleta o motocicleta.
Estos obstáculos representan un alto riesgo de accidentes que pueden derivar en fracturas, golpes e incluso la muerte.

Uno de los puntos más peligrosos se localiza en el cruce de la calle Palma de Hielo y el bulevar Las Palmas en la colonia Ciudad Satélite, donde ya han ocurrido incidentes por llantas que terminan atoradas en la coladera abierta.
“Ahí ya tiene tiempo que se cayó o se llevaron la pieza de la coladera y eso hace que cuando es de noche pueda ocurrir algún percance”, advirtió Andrés, ciclista y vecino de la colonia Paseos de Miravalle.
Para evitar estos huecos, muchos motociclistas y ciclistas se ven obligados a realizar maniobras que implican invadir otros carriles, exponiéndose al tráfico vehicular.
“Aunque no haya accidente, pasar por una coladera abierta hace que las llantas se desgasten, al igual que los rines y la suspensión”, explicó Francisco, mecánico de la colonia León II.
Otro punto crítico se ubica en el bulevar San Juan Bosco, en su cruce con la prolongación del bulevar José María Morelos, donde la rejilla ausente incrementa el riesgo de caída al girar a la derecha.

El diseño alargado de las coladeras y la orientación de las rejillas también influyen, ya que si están en sentido contrario a la circulación, una llanta delgada puede encajarse fácilmente entre las ranuras o en el hueco rectangular.
“Hay bicis, scooters y motos ligeras que tienen llantas de rodada menos ancha y pueden quedarse atoradas, a diferencia de un coche o camión que pasa sin problema”, comentó Martín, estudiante.
Estas coladeras suelen estar ubicadas en los bordes de los carriles o en ciclovías, justo en el paso natural de ciclistas y motociclistas, lo que las convierte en trampas si están dañadas o incompletas.
Lo más grave, señalan vecinos, es que ni siquiera hay señalización para alertar del peligro, y muchas veces no se sabe si la rejilla fue retirada por mantenimiento o robada.
“Son peor que un bache profundo por el hueco en el que te puedes quedar incrustado y sufrir lesiones graves”, expresó Cristofer, trabajador de un restaurante.