León, Gto. Comerciantes y locatarios del Barrio de San Juan de Dios añoran que las obras por la segunda etapa de la remodelación en la calle Ignacio Altamirano, lleguen a su fin para que su plaza se llene de visitantes y se incrementen las ventas.
Esto ante la queja de vecinos que tienen que lidiar con los problemas que implican tener de cerca una construcción en rehabilitación en uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad, como lo es el inacabable y molesto polvo en sus hogares, el ruido de la maquinaria pesada y de los trabajadores en acción desde que sale hasta que se oculta el sol.
Los trabajos de rehabilitación y remodelación del pavimento de la calle comenzó a finales de diciembre desde su cruce con la calle Rosas Moreno hasta el bulevar San Juan de Dios y tuvo una inversión de 18 millones de pesos de recursos federales, estatales y municipales.
Para los emprendedores y locatarios la rehabilitación de la calle era más que necesaria. A pesar de que autoridades les aseguraron que terminarían pronto, la realidad es otra ya que hay tramos de la banqueta y calles que permanecen sin pavimentar.
Miguel, trabajador de un local de venta de paletas, helados y aguas frescas, es solo uno de los comerciantes que ha sentido como nunca la escasez en las compras por parte de los clientes.
Dijo de manera particular que desde que comenzaron las obras sus ventas habían disminuido hasta en un 30 por ciento y que ahora a pesar de las altas temperaturas, pocos son los visitantes y habitantes de la zona que compran una bebida para refrescarse.
“Muchos visitantes no vienen porque ven las calles en obra y prefieren evitar la molestia de ensuciarse, para otros eso no es impedimento, solo que en estas vacaciones se supone que es un punto turístico y casi no hubo visitantes”, comentó otro de los locatarios.
Un trabajador de una vinícola tuvo que colocar plástico para evitar que por los accesos se colara todo el polvo que genera la construcción y él, al igual que otros comerciantes son los que más desean que por fin las obras terminen.
Por su parte una empleada de una papelería dijo que si bien las obras causan estas pérdidas, espera que al final la remodelación les traiga a locatarios y vecinos un mejor estilo de vida y un aumento por la derrama económica por el cambio de calle.
Mientras que los visitantes de la plaza opinaron que a pesar de las obras acuden a la plaza aunque sea una vez a la semana, ya sea para disfrutar de un café, una nieve o una guacamaya, aunque consideraron que sí es un factor a considerar para que venga el turismo.
Al final comerciantes coincidieron en que las autoridades les dieron como fecha aproximada en que estarían finalizadas las obras sería hasta finales del mes de mayo, por lo que a casi un mes de que esto suceda, la baja de ventas y los inconvenientes por las obras son cosa de todos los días en San Juan de Dios.
