Guanajuato, Gto. La regidora de Morena del Ayuntamiento de la capital y dueña del restaurante “Casa Valadez”, Karen Burstein Campos ganó un amparo al municipio de Guanajuato por lo que este último tendrá que resolver la solicitud del establecimiento para colocar sillas y mesas en la vía pública.
En diciembre de 2015, el restaurante ubicado en el Jardín de la Unión presentó un oficio de solicitud para la renovación del permiso de sillas y mesas en la vía pública que se le había otorgado en el 2010 por la administración municipal de Nicéforo Guerrero Reynoso.
Esto fue negado en agosto del 2016 por el gobierno municipal a cargo de Edgar Castro Cerrillo.
Tras ello, se ordenó por parte de Castro Cerrillo que se retirara el permiso de mobiliario en la calle, pero no solamente de Casa Valadez sino de seis establecimientos más.
Karen Burstein promovió un juicio de amparo ante un Juzgado de Distrito en contra de la decisión de no renovar el permiso de mesas a sillas a su restaurante por parte del alcalde, mismo que tras un largo proceso concluyó el 12 de abril del presente año.
De acuerdo a la sentencia del juzgado en favor de la familia de Karen Burstein, el municipio deberá dejar insubsistente el oficio en que la administración municipal niega el permiso de colocación de mobiliario en la vía pública al restaurante Casa Valadez y se ordena resolver en un término de 10 días nuevamente la petición.
En ese sentido, la Dirección de Imagen Urbana y Gestión del Centro Histórico tendrá que revisar que el restaurante Casa Valadez cumpla con todos los requisitos para la colocación de las sillas y las mesas y será el acalde, Alejandro Navarro Saldaña quien tome la decisión de otorgar o no el permiso al restaurante.
Dentro de dichos requisitos se encuentra el aval del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para la colocación del mobiliaria en el centro histórico de la ciudad.
Es de mencionar que Karen Burstein Campos declaró en días pasados a Zona Franca “que vale la pena tener mesas y sillas, pues a su decir generan una “imagen bonita, paz, seguridad, inversión y empleo”.
Asimismo, se dijo dispuesta a pedir licencia a su cargo de regidora si la situación se resuelve a su favor y su establecimiento pueda volver a tener sillas y mesas en la vía pública.
Justificó que la capital perdió un mercado que se tenía con los japoneses por la falta de mesas y sillas “en la zona donde yo las tenía”, por lo que dijo, vale seguir peleando por eso sin que se tome como abuso de poder.
