Guanajuato, Gto. El fraccionamiento que se construye en la Sierra de Santa Rosa por la empresa Loma de Irapuato, propiedad del diputado federal del PAN, Sergio Fernando Ascencio Barba, no cuenta con los permisos de venta y desde agosto del año pasado ya se ofrece los lotes, incluso, a pesar de que aún no está garantizado el abasto de agua.
El desarrollo que inició desde la administración estatal y municipal pasada, ha provocado un descontento entre los habitantes de la comunidad de Santa Rosa, pues se niegan a ceder agua de la Presa de Peralillo por miedo al desabasto. A pesar de que podría estallar un conflicto, el área de Desarrollo Social del municipio se ha deslindado al dejar el asunto en temas técnicos.
A decir del titular de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial de la capital, Juan Carlos Delgado Zárate, el fraccionamiento denominado Cucursola, cuenta con todos los permisos municipales, estatales y federales para su construcción.
Pero, reconoció que al momento no se le ha otorgado el permiso de venta, “no lo hemos otorgado, esto quiere decir que no está autorizado por el municipio para poder vender los lotes, suscribir contratos, hacer escrituraciones”.
Sin embargo en Facebook, la usuaria Ana Isabel Ascencio comenzó a ofertar los terrenos.
De hecho existen panfletos donde también se promocionan los lotes, en ellos se proporciona un número de teléfono de Irapuato, un correo electrónico y una página web para pedir informes.
“El permiso de venta puede ser parcial o total para el fraccionamiento, pero si fuera por partes él tendría que ejecutar las obras de urbanización que a su vez en caso de que no fuera al 100 por ciento las obras de urbanización tiene la posibilidad de asegurar con una fianza de cumplimiento que tendría que por el costo de obras faltantes más un 15 por ciento y de esa manera el municipio estaría asegurándose que obras se van a llegar a cumplimentar”.
Originalmente en la zona se construiría un hotel y un centro de convenciones, pero luego el proyecto se cambió a un fraccionamiento de 49 lotes de carácter campestre, que a decir de Delgado Zárate cuenta con las factibilidades de impacto ambiental de la instancia estatal y federal, los permisos de acceso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el proyecto de agua y drenaje por parte de Simapag, la electrificación, y la autorización de la traza por parte del municipio
Contradicciones
A principios de diciembre Juan Carlos Delgado Zárate declaró que la empresa no contaba con la licencia de urbanización porque no se contaba con la factibilidad del servicio de agua potable, sin embargo, ahora confirmó que existe dicha licencia misma que fue otorgada entre el mes de octubre y noviembre del año pasado.
En entrevista con Zona Franca, el funcionario municipal evidenció inconsistencias en el proceso, pues también aseguró que la licencia se otorgó al cumplir con todos los requisitos, incluso con la factibilidad de agua potable, aunque este último tema no ha sido resuelto.
“Sin el estudio de factibilidad de agua no puedo otorgar la licencia de obras de urbanización, cuando se cumple con la manifestación de impacto ambiental, drenaje, electrificación y tiene proyectos aprobados por estas instancias. En ese momento ya está todo aprobado en el sentido de que tiene su convenio (de agua), el estudio, sin eso no hubiera podido expedir licencias”.
El tema del agua ha sido el principal factor del conflicto, pues fue el Comité Rural de Agua de la pasada administración quien firmó el convenio para otorgar agua al fraccionamiento, pero con el cambio de proyecto de administración, la nueva delegada Blanca Cabrera informó que la comunidad rechaza ceder agua al desarrollo, pues podría haber desabasto.
De acuerdo con el Simapag, el abasto de agua al fraccionamiento es técnicamente viable, pero la comunidad se sigue resistiendo.
Juan Carlos Delgado, explicó que la licencia le da autorización a la empresa de construir la barda perimetral, las vialidades y una casa club.
“Hay una traza autorizada por la dirección a mi cargo, en la que son 49 lotes, y lo que tiene que ver en espacio con equipamiento que está obligado a tener, que es un tanque elevado de almacenamiento de agua”.
Los lotes son de una densidad baja, que van entre los Mil y los Mil 200 metros cuadrados de superficie, de esa solamente se puede construir en el 30 por ciento de lo que es el área de cada lote
“Le imponemos una serie de restricciones como que solo se puede construir en el 30 por ciento de predio, la garantía de abastecimiento de agua potable, el tratamiento de aguas residuales que no son a través de colectores, que lo que tiene validad son biodigestores, pequeñas plantas de tratamiento por cada uno de los lotes”.
Aseguró que no se ha dado un trato preferencial al diputado federal del PAN, y todos los tramites se han llevado al amparo del Código Territorial.
Pese a descontento director se deslinda
La inconformidad y el descontento que se ha generado en la comunidad de Santa Rosa, no ha sido suficiente para el director de Desarrollo Social, Marco Antonio Campos Briones, quien señaló que él solo puede intervenir en el ámbito de sus atribuciones.
En entrevista y cuestionado sobre la problemática que el fraccionamiento ha causado por el agua, el funcionario municipal se enfocó en señalar que ese es un tema que tendría que resolver el área técnica.
Incluso señaló que se trata de un tema legal, pues cualquier ciudadano puede solicitar a lo que tiene derecho.
“Yo lo que digo es que no podemos exponer a los ciudadanos a que se queden sin agua y la otra parte, es que cualquier ciudadano puede solicitar tener acceso. (…) Nosotros entenderíamos el malestar social en el ámbito de nuestras atribuciones, desde Desarrollo Social no podemos decir si sí o no (se da agua)
“No podría decir que estoy de un lado o de otro, la gente en la calle dice que todos tenemos derecho de agua, nosotros trabajamos cuando el servicio, la red, el apoyo. Si fuera no al servicio de agua porque no alcanza, entonces ningún otro ciudadano de la zona tampoco podría crecer o desarrollarse” insistió.
