Guanajuato, Gto. Miles de personas asistieron a los cerros de la Bufa, los Picachos y el Hormiguero a celebrar la fiesta de la Cueva y San Ignacio de Loyola, en la que hubo presencia de grupos ecologistas, quienes insisten en que la zona se declare como Área Natural Protegida.
Impresionante fue la asistencia de los guanajuatenses a la fiesta, fiesta en la que no solo hubo guanajuatenses, pues se notó la presencia de orientales y de anglosajones; demostrando nuevamente que la fiesta en honor del patrón de la ciudad es la fiesta más popular, la que tiene la convocatoria más amplia.
Fue el festejo 403 de la fiesta, que la convierte en la más popular, pero también en la más antigua de la vieja ciudad minera, una fiesta religiosa en la que se combina con convivir con la naturaleza, con parte de los famosos cerros de Guanajuato.
En ese contexto los grupos ecologistas coinciden con lo dicho por el cronista de la ciudad, Eduardo Vidaurri, en cuanto a que para proteger la ciudad es necesario proteger el paisaje natural que la rodea.
Luis Ernesto Camarillo Ramírez, presidente de la asociación civil Somos Guanajuato, dijo que sigue pendiente declarar a la zona donde se realiza la fiesta como ANP, por lo que esa postura se asumirá en la consulta pública que se haga para elabora el Programa Municipal de Ordenamiento Ecológico y Territorial.
Por su parte integrantes del Consejo Ecologista de Guanajuato, colocaron una pancarta, en medio del cerro del Hormiguero, con la leyenda: Por el bienestar de todos necesitamos un área natural protegida para el entorno de la ciudad de Guanajuato.
El grupo Colibrís, estuvo participando activamente, pues montó un operativo para recoger basura y concientizar a la gente en la necesidad de proteger el medio ambiente.
Esta vez el gobierno municipal no adecuó un espacio para atender a sus invitados, como cada año se hacía, se limitó a colocar un puesto en el que se estuvieron regalando antojitos mexicanos y aguas frescas a la gente.
Hasta las 16:00 horas la fiesta transcurría en paz, a pesar de que era notorio que el consumo de bebidas alcohólicas era importante, como se acostumbra en la popular fiesta, en la que una vez más parecía que la lluvia no se haría presente.
