León, Gto. Las obras de renovación de la red de alcantarillado que realiza Sapal en el bulevar Las Américas, principal arteria de la colonia Andrade, están causando estragos en los comercios locales.
Aunque las obras son esenciales para garantizar el buen estado de la red hidráulica de una de las zonas más tradicionales y antiguas de la ciudad, locatarios denuncian una drástica caída en sus ventas, que llega hasta un 50 por ciento, y señalan la falta de estacionamiento, el polvo y la tardanza en la conclusión de las obras como los principales responsables.
Un recorrido de Zona Franca por el bulevar Américas y calles aledañas confirmó el descontento generalizado.
La falta de espacios para estacionarse dificulta el acceso a los clientes, mientras que el polvo generado por las obras invade los establecimientos, ensuciando la mercancía y creando un ambiente poco atractivo para los consumidores.
“Nos han afectado muchísimo”, expresa una empleada del restaurante de pescados y mariscos “Xcaret”.
“Muchos clientes no llegan porque no encuentran dónde estacionarse y el polvo no solo ensucia la mercancía, sino que incomoda a los clientes y muchos prefieren irse a otro lado”.
En “Casa Market, Smart Super”, ubicado en el cruce de la avenida Roma y Américas, las ventas han disminuido hasta un 40% desde que iniciaron las obras hace 5 meses.
“La afluencia de clientes ha bajado considerablemente”, asegura la comerciante, quien atribuye la caída al tráfico generado en esa intersección, crucial para la llegada de sus clientes habituales.
La situación ha obligado incluso a algunos vendedores ambulantes a reubicarse.
Es el caso de “Jícamas Gus”, un negocio familiar con más de 50 años de tradición, que ahora se encuentra en la calle Roma casi esquina con París.
“Las señoras que venden guacamayas se ponían aquí afuera de la tienda”, cuenta la encargada de “Casa Market”, “pero con las retroexcavadoras se levanta mucho polvo y mejor se regresaron a vender a unas casas de aquí”.
Sapal reporta que la obra estará concluida en los próximos días, pues ya tiene un avance del 80 por ciento.
“Llevamos cinco meses con afectaciones”, señaló la hija y actual encargada del puesto de “Guacamayas José el Soñador”.
La falta de estacionamiento obliga a los residentes a dejar sus vehículos lejos de sus casas, convirtiéndolos en blanco fácil para la delincuencia.
“Ayer se robaron una camioneta por donde está el parque, cerca de la calle Praga. Algunos vecinos consiguieron que les rentara una cochera de manera temporal.” relató la vendedora de guacamayas.
A pesar de que Sapal reconoce las molestias ocasionadas, los comerciantes y vecinos inconformes, exigen que se agilicen los trabajos para minimizar el impacto en sus ventas.
