León, Gto. La presa de Ojo de Agua además de ser un sitio donde las familias disfrutan de su espectacular paisaje, se ha convertido en un lugar inseguro debido a que durante los últimos meses los hallazgos de cuerpos han atemorizado a sus habitantes.
En la ciudad hay distintos espacios para la recreación y uno de ellos para hacerlo en esta época de calor son las presas.
Además de ser un sitio para pasar el fin de semana, la tarde o cualquier espacio del día, la ciudadanía ha elegido estos lugares al grado de que arriesga su vida para meterse a nadar y prueba de esto son los rescates de las autoridades donde han intervenido para sacar los cuerpos de las personas ahogadas.
Si bien en la presa de Ojo de Agua, ubicada al norte de la ciudad, hasta lo largo del bulevar Hilario Medina, no ha sido escenario de trágicas escenas donde las personas se meten a nadar y luego no salen a flote, los hechos violentos sí lo ponen en el radar por su reincidencia delictiva.
“Aquí en esta presa es raro que venga Protección Civil a revisar las condiciones del lugar, solo vienen a certificar muertos que vienen a tirar, A veces vienen jóvenes y se ha escuchado que los han asaltado.”, opinó un habitante de la zona que ayudaba a un pastor de cabras.
Contó que las autoridades si bien en ocasiones realizan patrullajes, poco sirven ya que cuando dejan de hacerlo, es común escuchar de asaltos a los visitantes por sujetos que aprovechan el solitario espacio para delinquir.
Al dar un recorrido por este lugar se confirmó la queja en común de los vecinos: casi no hay o son nulos los patrullajes de la Policía Municipal o de otra dependencia de seguridad del gobierno estatal o federal.
“¿La Policía? Solo de repente, se supone que está la montada, pero no los he visto vigilar en caballos, mucho menos en patrullas, hay visitantes que vienen a bañarse y nadar a la presa, nadie los viene a sacar y eso que es un riesgo porque no todos saben nadar y se confían”, opinó un habitante de la zona aledaña a la presa.
Además la señalética que en su momento mostraba que era un espacio rehabilitado por la Comisión Nacional del Agua luce vandalizada y llena de graffitis.
Si bien no hay un letrero que advierte a las personas de no ingresar a la presa, por las tardes de estos días soleados es común ver niños y adolescentes refrescarse en la orilla.
Al echar un vistazo a la presa se puede constatar que se encuentra en sus niveles óptimos y que incluso no es necesario que se abra la compuerta y se libere agua, no obstante hay espacios donde la misma luce de color verde y tal estancamiento podría ser un foco rojo de salubridad.
Tiradero de cuerpos
Para los habitantes de Ojo de Agua el lugar se comienza a convertir en un tiradero de cuerpos debido a los registros que comienzan a ocurrir en las cercanías de la presa.
El hecho más impactante de los últimos días en las cercanías de la Presa de Ojo de Agua ocurrió el pasado martes 26 de marzo, cuando una estudiante de secundaria encontró el cuerpo desnudo de un hombre al que asesinaron de varios balazos en la cabeza.
Hasta la fecha nadie lo ha identificado y para los habitantes esto es malo ya que significa que la víctima no era de la zona y atribuyeron a la ausencia de patrullajes de la policía que los criminales utilicen el sitio para asesinar y abandonar los cadáveres.
El pasado 10 de diciembre en un camino que conduce a la presa, se realizó un hallazgo que dejó impactados a los vecinos ya que en esta ocasión no era un solo cuerpo el que habían encontrado, sino que eran tres asesinados y nuevamente no eran de la zona.
Los tres cuerpos estaban apilados en un arroyo que está muy cerca a la presa.
A dos de esos fallecidos los identificaron como jóvenes de 18 y 23 años, vecinos de Villas de San Juan y Villas de la Luz, a los que mataron a golpes y un hombre más de 42 años, que asesinaron a balazos.
Este triple homicidio fue relacionado con las adicciones de las víctimas ya que fueron antecedentes proporcionados por los familiares de los occisos y que hasta el momento permanece sin ser esclarecido.
Le roban la moto
Durante el recorrido que realizó Zona Franca en los caminos de la presa uno de los vecinos de nombre Toño, contó que a uno de sus primos poco antes de empezar diciembre, le robaron una motocicleta cuando estaba con sus amigos disfrutando de la tarde.
Junto con uno de sus amigos se encontraban bebiendo cerveza en la falda de la presa, todo iba bien, hasta que tres sujetos de apariencia chola, les sacaron un arma de fuego y dos navajas y les exigieron las llaves de la motocicleta.
Por temor a ser heridos le entregaron las llaves e incluso el amigo del primo de Toño, le entregó un teléfono celular que los delincuentes tomaron.
“Claro que denunciamos, no la encontramos, pero eso no deja que sea mi lugar favorito para venir a pasar el día o la tarde”, reconoció el habitante.
