Guanajuato. Las vacunas de origen chino desarrollan anticuerpos contra el coronavirus, sin embargo, la inmunidad se comienza a extender hasta varias semanas después de la aplicación de la segunda dosis y no desde la primera como lo tienen otras farmacéuticas como Pfizer y AstraZeneca.
Así lo explicó el infectólogo, Alejandro Macías Hernández, quien pidió tener confianza en las vacunas chinas, pues también ayudan a evitar la COVID-19 y a fortalecer el sistema inmune del cuerpo, “solo hay que entender que necesitan más tiempo y que se concluyan los esquemas para surgir efecto”.
Las vacunas chinas como Sinovac generan una inmunidad de cerca de un 50 por ciento en cuadros leves. Después de las dos dosis producen una protección de casi el 100 por ciento en los casos graves.
El especialista subrayó que se debe entender que estas vacunas son efectivas pero con un tiempo de acción diferente a otras aplicadas ya en los últimos meses.
“Necesitan completar los esquemas y tardan más en verse los efectos. Desde luego podemos concluir que son buenas vacunas. Pero, tienen cifras distintas y tiempos diferentes a las otras”.
El también excomisionado nacional para la atención de la epidemia de la Influenza tomó el ejemplo de Chile. En ese país sudamericano hay una alta tasa de vacunación, pero sin completar la aplicación de la segunda dosis, por ello, no se han disminuido sus casos de COVID-19.
“Ahí sí hay una diferencia también franca en relación a las vacunas de ARN mensajero y las propias vacunas de adenovirus, en que se observa una inmunidad, aunque ya sea parcial después de una sola dosis”.
Indicó que China apostó por vacunas que incluían coronavirus inactivos, a diferencia de la vacuna de adenovirus como la de AstraZeneca o las vacunas de ARN mensajero como la Pfizer y Moderna.
“Esto sonaba como una buena apuesta puesto que, al inyectar coronavirus, vas a formar anticuerpos contra todo el virus y no solo contra la espícula o contra la espiga como las otras vacunas”.
Agregó que desde que se registraron estas vacunas con los estudios de fase 3, se observó que tenían una eficacia relativamente baja, sin embargo, fue de 100 por ciento para enfermedad grave y así se logró registrar en varios países.
