León, Gto. El show no pudo continuar, poco a poco las butacas se fueron quedando vacías, y cada vez llegaba menos gente al espectáculo, luego vino la indicación oficial, no se podían hacer más espectáculos a causa de la pandemia de Covid-19 para evitar aglomeraciones.
A casi cuatro meses de haber llegado a León Emma no recuerda con precisión la fecha de la última presentación; las luces en la pista central de Circo siguen apagadas, “Hace poco más de un mes, a lo mejor mes y medio”, recuerda.
Los efectos de la pandemia del nuevo Coronavirus alcanzó a los 55 circenses en el bulevar Adolfo López Mateos y Chichimecas, las carpas, tráileres y casas rodantes hace casi un mes que debían haber tomado ruta hacia Texcoco, pero se quedaron varados.
“Ya eran últimos días cuando la gente ya no venía y cositas así nos hicieron quedarnos un poquito más porque no había para viajar más lejos, nos suspendieron también a donde íbamos y ya fue cuando se decidió quedarse aquí, ya no iba a haber ni para moverse (…) no hay para donde moverse y para donde uno se quiera mover no hay donde trabajar”, explico.
Emma es la responsable de acceso al “Circo del Miedo”, es la primera cara que ven los asistentes antes de ingresar, hoy observa la pista vacía y las gradas en silencio.
En mitad del terraplén vacío bajo la carpa de faldones recogidos está a la mesa un grupo de compañeros y compañeras ; es la hora de la comida y comparten los alimentos que varias compañeras prepararon.
“Sí ha sido muy complicado la verdad, pero gracias a Dios la gente nos ha apoyado aquí en León la gente es muy buena”, relata (…) nosotros hicimos una publicación de ayuda (en redes sociales) no de dinero sino de víveres.
Tienen lo necesario para cocinar, por lo que les ayuda recibir comida enlatada o granos para preparar, se ayudan con un par de refrigeradores para mantener algunos otros alimentos perecederos pero la mayoría se acaba.
Sus ahorros se terminaron pronto y alimentar a los artistas y staf, sin dinero, sin trabajo, si posibilidad de moverse y muy lejos de casa se ha vuelto muy difícil por eso agradecen de antemano todo lo que las personas les han donad, y lo que les pudieran donar.
En el grupo hay 14 niños de entre 3 y 16 años, 36 adultos y 5 adultos mayores, todos están sanos hasta ahora y procuran no salir salvo para hacer pagos o cuando pueden hacer algunas compras aunque la mayor parte del tiempo permanecen en el encierro.
El tiempo lo aprovechan para practicar sus actos y planear el regreso, y aunque lo más difícil es extrañar a la familia saben que hay que resistir hasta que pase la crisis, por lo pronto el plan una vez terminada la contingencia es reiniciar las presentaciones porque han sido dos meses de silencio.
“Pues a echarle ganas Los muchachos practican aquí en las tardes ya que baja el calorcito, practican los niños, adultos, a activarse, y a quedarse en casa… la verdad sí extrañamos los aplausos”.
