Ciudad de México, 16 de marzo (SinEmbargo).- Daniel Robles Haro es un asistente regular de los programas de Julio Hernández “Astillero”, en donde opina de temas distintos, sobre todo sobre los que él conoce más porque tienen que ver con su cuerpo. Ha ido al Senado. Ha recorrido calles, oficinas públicas, hospitales. Y lo ha hecho desde una silla de ruedas. Es una persona con discapacidad. Tiene parálisis cerebral severa y sí es una limitante, por supuesto, para ir lejos y llegar bien. Pero tiene una aliada de lujo: su mamá. Los dos viven en Zapopan, Jalisco.
Hoy fue día de despertar temprano para Daniel: fue a la “mañanera”. Quería plantear dos temas al Presidente Andrés Manuel López Obrador, y lo hizo.
“Muy buenos días, señor Presidente, a usted y a todas la personas aquí presentes. Mi nombre es Daniel Robles Haro y esto que usted escucha es una voz sintetizada que me ayuda a expresar mis ideas. A mi discapacidad se le conoce como parálisis cerebral severa. A grandes rasgos, no hablo, no camino. Solamente puedo controlar mis ojos que son como los limones que me dio la vida. Con ellos y algo de tecnología, pues ya la hice”, dijo el joven al inicio de su participación.
Desde Palacio Nacional, expuso al mandatario mexicano “dos preguntas simples y dos propuestas concretas que, de llevarse a cabo, beneficiarán a millones de personas con discapacidad y sus familias”.
Primero, Robles Haro detalló qué son los tableros de comunicación alternativa y aumentativa, una herramienta que él mismo utiliza para señalar con la mirada y que las palabras se van guardando en una línea de texto que luego se convierte a una voz por medio de una aplicación en su celular.
“Los tableros de comunicación alternativa y aumentativa son, en palabras sencillas, como un catálogo de imágenes llamadas criptogramas y cada criptograma representa una palabra o un concepto y son de gran ayuda para personas que por alguna condición de discapacidad o salud, no pueden hablar”, explicó.
Por ejemplo, mencionó el joven, “muchos niños con espectro autista señalan con sus manos la imagen que representa lo que quieren expresar”; o un adulto mayor que por razones de salud -como una embolia, una cirugía o un traumatismo- no pueda hablar, “éste puede ser un medio de comunicación con sus seres queridos”.
“Yo creo que pocas cosas son tan terribles para cualquier ser humano pensante y consciente de sí mismo, como el no tener acceso a expresar sus ideas y necesidades, desde las más básicas hasta las más complejas”, lamentó.
En su presentación, el también activista por los derechos de las personas con discapacidad destacó que “un tablero de comunicación se puede hacer con simples hojas de papel en forma de una libreta”.
“Yo soy afortunado de tener un celular, pero esto puede ser accesible para todas las personas que lo necesiten. Por eso le pido su apoyo para contactar a las máximas autoridades de la Secretaría de Educación y proponer que este tema de los sistemas de comunicación alternativa se incluya en la próxima edición de los libros de texto gratuitos. Sería un importante paso para una educación incluyente. ¿Qué le parece?”, cuestionó.