Atarjea, Gto. Eran las diez y media de la mañana, cuando Don Esteban hombre ya de edad avanzada se encontraba junto con su hijo labrando la tierra, cunado cuatro sujetos encapuchados llegaron hasta ellos y los amagaron, para después amarrarlos exigiéndoles dinero a cambio de su libertad.
Ya una vez que los amarraron comenzaron a golpearlos tanto a Don Esteban como a su hijo exigiéndoles dinero, sin embargo, ellos les respondieron que no traían lo que les pedían, por lo que entonces soltaron a su hijo para que este fuera a buscar lo que le estaban pidiendo.
No obstante, en lugar de ir por el dinero, el joven llamó a sus familiares y conocidos para decirles que era lo que les estaba pasando, por lo que dieron aviso a las autoridades de Atarjea de los municipios vecinos, para que acudieran en su auxilio.
Al mismo tiempo que esto ocurría, los habitantes del Carricillo, hombres de campo acostumbrados a lidiar con serpientes, animales venosos en el monte y tormentas veraniegas, no sintieron miedo alguno.
Por el contrario se unieron todos los que pudieron en ese momento y junto con el hijo del agraviado subieron a la milpa, para hacer frente a los secuestradores, quienes estaban armados, cosa que a ellos poco les angustió, porque no los detuvo ni un momento.
Una vez que llegaron a la milpa donde se encontraba Don Esteban, al cual todavía tenían amarrado, los presuntos secuestradores se asustaron al mirar la gente decidida a hacerles frente, por lo que emprendieron la huida con rumbo desconocido, sin que les pudieran dar alcance.
Por fortuna lograron rescatar a Don Esteban a quien desamarraron para posteriormente ponerlo a salvo y llevarlo a su hogar, donde ya su familia se encargó de protegerlo.
Para ese entonces las autoridades distinguidas por llegar tarde a todos lados cuando se les necesita y puntuales a la quincena, ya habían instalado retenes policíacos en los distintos caminos de terracerías en los limites de los municipios de Atarjea, Santa Catarina, Victoria y los colindantes con Querétaro.
Está por demás decir que no lograron atrapar a nadie como es de costumbre, también ya conocido por casi la totalidad de los ciudadanos que han sufrido algún acto delictivo, por lo que los presuntos secuestradores siguen por ahí esperando su siguiente víctima.
Cabe señalar que en estos momentos los habitantes Del Carricillo y comunidades cercanas se encuentran en alerta, por si deciden regresar los delincuentes y tratan de llevarse a alguien más.
Sin embargo, la comunidad exige a Gobierno del Estado refuerce la seguridad en Atarjea y toda la zona serrana, que se encuentra según sus propias palabras a merced de cualquier delincuente, que saben que por estar alejados de las cabeceras municipales difícilmente las autoridades pueden acudir en su auxilio, aunado a la desatención que estas tienen para con ellos, aseguraron.
