El titular del área Samuel Ugalde García, señaló que los reportes por escandalizar en los domicilios, han generado un repunte de conflictos vecinales por la molestia que genera el alto volumen de la música o de las fiestas.
En entrevista, comentó que durante este periodo de encierro obligado, para evitar contagios del coronavirus, las llamadas por riñas también se aumentaron hasta en más de un 100 por ciento. En promedio, en una semana el 911 se reciben entre 2 y 3 reportes que incrementaron hasta en 7 en esta cuarentena.
“En eso tiene que ver el factor del alcohol, suena hasta cierto punto lógico que al no haber otra actividad, muchos se ponen en los callejones para beber bebidas embriagantes, aunque no tenemos la cifra exacta del aumento de consumo, a las vinaterías y establecimientos con venta de alcohol, no les ha ido tan mal en la contingencia”.
Samuel Ugalde, agregó que la música es un factor de conflicto entre los vecinos, porque ponen el volumen alto, y de acuerdo con un análisis, el confinamiento ha generado mucho estrés por diferentes factores como el económico, y el propio hacinamiento.
En este sentido, dijo que los reportes son atendidos con prontitud por parte de la Policía Preventiva, para evitar que pasen incidencias mayores.
“Ahora en cuarentena tenemos más reportes que en diciembre que es la temporada cuando se puede registrar más riñas por las fiestas, eso resulta ser un comportamiento atípico y hay que buscar estrategias para no tener una situación mayor, que la riña no pase a un homicidio o violencia grave o que el problema vecinal no pase de una discusión verbal, que tampoco debería de ser”.
El secretario de Seguridad Ciudadana, comentó que el ruido excesivo puede llevar a una sanción si el área de Ecología detecta que se rebasan los decibeles permitidos. Al momento no se han aplicado sanciones a los vecinos porque han atendido la indicación de los uniformados de moderar su volumen.
Finalmente, el funcionario municipal señaló que la cuarentena tendrá que dejar un aprendizaje en los hogares de las familias capitalinas, y la reflexión de si saben convivir y cómo trabajar para mejorar ese aspecto.
