León, Gto. En Brisas del Campestre, la violencia ha dejado huella ya que sus propios habitantes han renombrado la colonia como “Brisas de la Muerte” debido a la alta incidencia delictiva y al reclutamiento forzado que se ha denunciado en la zona.
Ubicada en los límites de Guanajuato con Jalisco, esta colonia ha sido señalada como la más peligrosa de León.
Sin embargo, sus habitantes buscan cambiar esa percepción y construir un entorno más seguro.
“Aquí hay vecinos que salimos adelante trabajando honradamente, pero también hay muchas personas que se van por lo fácil, y por eso tanta muerte”, comentó un vecino.
Al recorrer las calles de Brisas del Campestre, el contraste es evidente: edificios departamentales invadidos por personas ajenas a los inmuebles y otros complejos que destacan por su limpieza y orden.
Algunas calles han sido desmanteladas por la delincuencia, mientras que en otras, los propios vecinos organizan rondines para mantener la seguridad.
Los robos en negocios y viviendas son constantes, y los responsables suelen esconderse en departamentos abandonados.
Por ello, muchos habitantes han instalado rejas y cámaras de seguridad para proteger su patrimonio.
Usuarios del transporte público también exigen mayor vigilancia, no solo de la Guardia Nacional o del Ejército Mexicano, sino de la Policía Municipal y las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado.
“Es muy raro encontrar una patrulla cuando se necesita, y a veces ni siquiera podemos reportar al 911”, expresó un ciudadano.
Los vecinos coinciden en que la inseguridad en Brisas del Campestre no es solo un problema de delincuencia, sino también de abandono.
La exclusión geográfica y la falta de políticas públicas de atención e inclusión han generado un entorno donde la violencia intrafamiliar y el crimen organizado se entrelazan en la vida cotidiana de sus habitantes.
A pesar del temor que genera el apodo de “Brisas de la Muerte”, algunos vecinos lo consideran solo un mote más, como en su momento lo fueron “Chapalacra”, “Las Arbolocas” o “León Uñas”.
Pero para quienes viven en la colonia, la realidad es clara:
“Queremos que dejen de conocernos por los asesinatos y que Brisas del Campestre sea un lugar donde podamos vivir sin miedo”.
