León, Guanajuato. La colonia Cañada del Real se ha convertido en un foco rojo de violencia en León. Este lunes 23 de diciembre, alrededor de las 14:55 horas, se registró un nuevo homicidio que eleva a cuatro la cifra de asesinatos en la zona durante el último mes del año.
La víctima, un joven de entre 20 y 25 años, fue acribillado a balazos ante la mirada de familias y niños que jugaban en el área de estacionamiento, frente a los edificios E-25 y E-26.
El joven vestía un chaleco azul, pantalón de mezclilla y tenis blancos. Hasta el momento, permanece en calidad de desconocido.
De acuerdo con testigos, los presuntos responsables se acercaron caminando al joven y, al tenerlo de frente, le dispararon en más de 10 ocasiones para luego huir a pie.
Paramédicos acudieron al lugar, pero solo pudieron confirmar el fallecimiento. La Policía Municipal acordonó el área y notificó a la Fiscalía General del Estado, quienes iniciaron las investigaciones correspondientes.
Familiares de la víctima llegaron al lugar y protagonizaron escenas de dolor al reconocer el cuerpo.
Entre gritos y llanto, intentaron cruzar el cordón de seguridad, pero fueron contenidos por las autoridades. “¡No, Ramses, por qué! ¡No puede ser cierto!”, se escuchó el lamento de la madre del joven.
Este crimen se suma a una serie de homicidios que han ocurrido en Cañada del Real en diciembre:
2 de diciembre
José Luis Hernández, de 41 años, fue asesinado a balazos afuera del edificio E-73.
14 de diciembre
Un ataque armado en la calle Cañada de las Flores dejó un muerto y un herido.
El ataque se registró minutos después de la medianoche del sábado en el área de acceso de la calle Cañada de las Flores, casi esquina con el bulevar Antonio Martínez Aguayo.
22 de diciembre
Un hombre fue ejecutado a balazos en el estacionamiento del fraccionamiento, frente a los edificios 63 y 64.
La víctima fue encontrada atada de manos y con los ojos vendados.
Ante este triste panorama los vecinos expresaron su temor e inseguridad, pues comentaron que ya les da miedo salir hasta a la tienda, porque en cualquier momento podrían ser víctima de esta ola de violencia.
“Yo estoy de visita en la casa de mi tía, iba a ir con mis primos a la tienda, pero yo creo que si mi tía no nos hubiera puesto a barrer y recoger la basura antes de salirnos, no hubiera tocado ver o tal vez otra cosa, como una bala perdida”, platicó un adolescente que prefirió el anonimato.
