Con información de Tere Segura y Alfonso Ochoa
Guanajuato, Gto. Los cuerpos de cuatro personas, entre ellos dos menores de edad y su tío, que fallecieron al interior de la mina Rampa Dolores, que es parte de la Mina El Cubo, fueron rescatados la tarde de este domingo.
Las labores iniciaron desde la mañana de este domingo, cuando a la zona acudieron elementos de diferentes corporaciones como: Bomberos, Protección Civil y equipo de la minera.
Fue pasadas las 4:00 de la tarde cuando se confirmó que los cuerpos, de los tres jóvenes de 14, 16 y 19 años de edad y su tío de 49 años, fueron localizados por el equipo de la minera, aunque no se confirmó el rescate de los mismos.
Después se informó que a las 3:40 de la tarde fueron rescatados dos cuerpos, y 20 minutos más tarde los otros dos cadáveres fueron recuperados. Los fallecidos serán trasladados al municipio de San Miguel de Allende donde se les practicara la necropsia de ley.
Se informó que las personas fallecidas no son originarios de la comunidad El Cedro, sino del municipio de Xichú, quienes aparentemente habrían llegado a la minera del El Cubo a extraer mineral de manera clandestina.
Elementos del cuerpo de Bomberos local fueron quienes trabajaron en las labores de rescate de los cadáveres además del equipo de la minera, de las personas que se informa habrían muerto desde la noche del pasado viernes.
Se presume que los jóvenes y su tío no habrían muerto por intoxicación de algún gas, sino porque se introdujeron a una parte de la mina en donde no había oxígeno, por lo que en realidad habría muerto ahogados.
El comandante de los Bomberos, Daniel Barrera, habría explicado que entrar a las minas abandonadas es muy riesgoso, pues además de que hay partes en que no hay oxígeno, también se generan gases por la descomposición de la madera y al corroerse el metal.
El ingeniero minero José Luis Valdés, confirmó lo señalado por Barrera, en cuanto al peligro y la formación de gases, lo que quita espacio al oxígeno; el ingeniero quien conoce la mina de Rampa Dolores, señaló que son minas muy antiguas, del tiempo de la colonia, y que son verdaderos laberintos.
Por eso cuando se entra a una mina abandonada hay que llevar una lámpara de carburo a la altura de la rodilla, pues si se apaga la lámpara es una señal de que falta el oxígeno, por lo que hay que abandonar de inmediato ese lugar.
El gas que se forma se le conoce coloquialmente como Solimán, y quien lo inhala cae desplomado y llega a morir incluso por el golpazo que se da al caer, comentó José Luis Valdés, quien lamentó lo sucedido pues argumenta que quien se mete a las minas a extraer mineral sin tener permiso para ello, lo hace por la pobreza.
