León, Gto. Como si se encontraran en el safari de una jungla urbana, en la que los animales salvajes son delincuentes armados en búsqueda de sus presas, los encuestadores del INEGI deben lidiar con los peligros de la incidencia delictiva para sobrevivir en sus jornadas de censado en la ciudad de León.
El pasado 2 de marzo desde temprano y hasta que bajan los rayos del sol, los trabajadores han ido puerta tras puerta de cada negocio y hogar para entrevistar al jefe o jefa de familia con la finalidad de conocer cuántas personas habitan México, así como algunos hábitos que tienen y las condiciones en las que viven.
A casi dos semanas de haber iniciado el censo que se realiza cada 10 años en el país, los trabajadores ya habían sufrido de los peligros mientras hacían su trabajo por las calles de la ciudad zapatera.
De acuerdo con Jorge Humberto Acuña, coordinador en Guanajuato del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en la ciudad de León, en el corte de la primera semana laboral había reportados los casos de dos asaltos en los que les quitaron sus teléfonos celulares a los encuestadores.
En un recorrido que Zona Franca Noticias hizo mientras encuestadores entrevistaban a ciudadanos, platicaron las situaciones de riesgo que les ha tocado vivir durante sus jornadas laborales.
“El pasado 5 de marzo yo estaba entrevistando por la calle Río Balsas en el Barrio de San Miguel, cuando se escucharon un montón de balazos, yo estaba muy cerca de donde fue el crimen, donde mataron a cuatro personas, ese día quedaron unas casas pendientes de visitar porque nos acordonaron la zona, pero en ese momento la adrenalina se apoderó de mí, pero son situaciones de riesgo”, contó una entrevistadora.
Otra encuestadora platicó que cuando toca entrevistar a una colonia popular de alto riesgo, por lo regular las autoridades están realizando rondines y hay un previo aviso a los vecinos mediante los presidentes de colonos, para que colaboren y los dejen hacer su trabajo de forma segura.
Aunque esto signifique estar cerca de puntos rojos para las autoridades y un peligro para sus vecinos.
“Yo entrevisté en la colonia San Juan Bosco, en una casa donde llegaron como en 5 minutos tres jóvenes pero como vieron que estábamos trabajando mejor se fueron, ya después vi que entraron y se fueron muy rápido, creí que ahí vivían pero ya otros vecinos me preguntaron que si no me hicieron nada porque según en ese domicilio habían reportado en constantes ocasiones la venta de droga a las autoridades”, contó un entrevistador.
Los trabajadores del INEGI, mencionaron que a veces es necesaria más de una botella de agua para poder terminar la jornada sin deshidratarse; otros aseguran que las familias leonesas les ofrecen hasta un taco, que sin problema aceptan la buena acción.
Otras encuestadoras confirmaron el reporte del coordinador estatal del INEGI y detallaron que los dos asaltos que sufrieron sus compañeros ocurrieron cuando censaban en las calles de la colonia San Felipe de Jesús.
“Si nos enteramos que habían asaltado a dos compañeros que les habían robado los celulares y les sacaron una navaja, por suerte no les pasó nada pero nos han dicho que mejor no nos resistamos para proteger nuestra vida”, dijo otro de los trabajadores.
Los encuestadores deben visitar varias veces los domicilios ya que en un promedio de una de cada cuatro casas, no les responden porque no hay una persona calificada para hacerlo o porque no hay nadie al momento de su llegada.
“En muchos de los hogares hay muchos padres y madres de familia que ambos se van a trabajar y dejan a sus hijos pequeños en su casa, aquí como trabajador se ven las injusticias de la vida porque así como hay familias de 2 ó 4 integrantes, que según la encuesta llevan una vida bien, hay otras familias que viven hasta 15 personas en una pequeña casa y en las peores condiciones de vida, esos son los peores momentos de este trabajo”, respondió un trabajador.
Una queja en común de las trabajadoras fue el temor a ser víctimas de acoso mientras levantan el censo.
Por último los trabajadores solicitaron a la ciudadanía que cuando lleguen los encuestadores a sus casas o negocios, participar en el censo debido a su importancia ya que de ahí se genera la información para los proyectos de los 3 niveles de gobierno.
