Villagrán, Gto.- “Salió a la escuela y ya no regresó”, luego las lágrimas salen de sus ojos, aprieta los labios y ya no puede hablar. Genoveva, abuela de Arturo Humberto no puede creer cómo perdió a su nieto.
En la cochera de la casa número 25 en la calle Cuauhtémoc, en la comunidad de Santa Rosa de Lima, velan los restos de Arturo Humberto, estudiante de la Universidad Politécnica de Guanajuato (UPG), muerto la tarde del lunes por una bala perdida.
En la calle de tierra, sus amigos clavan un palo de escoba para apoyar los cuetes y tronarlos cada que termina el rezo, a donde acuden vecinos para acompañar en su dolor a la familia Martínez Cervantes.
El dolor es mayor para Doña Genoveva porque hace apenas cuatro meses atrás, el padre de Arturo Humberto murió atropellado a orillas de la carretera cuando regresaba de trabajar.
