León, Gto. Diciembre se ha convertido en el mes más violento para los policías en Guanajuato. Se han registrado 22 bajas en diferentes ataques durante su operatividad o ejecuciones directas, incluso durante sus días de descanso. En lo que va del 2019, ya suman en la entidad 78 agentes municipales, estatales y federales asesinados.
Las cifras fueron corroboradas por la organización Causa en Común, con la última actualización de 73 elementos finados hasta el 19 de diciembre, con el asesinato de un agente municipal de Acámbaro.
A esa cuenta se sumarían dos de la corporación de tránsito en Tarimoro y dos custodios del Cereso Mil en Valle de Santiago, atacados en sus centros de trabajo. Además de un elemento de policía de Villagrán que resultó lesionado del ataque del pasado 11 de diciembre.
La cuenta a nivel nacional, de acuerdo al corte de la OSC, es de 442 con Guanajuato en primer lugar, muy arriba del estado de Michoacán con 40 bajas, Chihuahua con 32 y Jalisco con 29 agentes finados.
Los policías salen a la calle sin tener elementos para desempeñar su trabajo; ellos pagan en ocasiones su propio equipo, botas, uniforme, gasolina y sin recibir pago alguno por horas extras. Ese es el panorama que ha colocado a Guanajuato por segundo año, como el mayor estado en elementos de seguridad en vulnerabilidad.
Desde el inicio del mes, la investigadora de Causa en Común, Belem Barrera González, advirtió en entrevista para Zona Franca, que la tendencia sigue al alza para Guanajuato, pues sigue encabezando la lista. Dijo que aunque se han observado mejoras para los elementos, estos no son suficientes.
“Otra cuestión más estructural es que no todos los municipios reciben recursos para atender la seguridad y para sus policías. El Fortaseg no se entrega a todos los municipios y el que se entrega es insuficiente”.
Para Barrera González deben de establecer nuevas estrategias para atacar el crimen organizado y también formas para ser sustentables, esto puede generar impuestos para recaudar fondos, así como destinar más recursos de lo mismo que se produce.
Los hechos en diciembre
El 4 de diciembre en San Francisco del Rincón, el policía Miguel Ángel Quiroz, de 40 años de edad, quien se dirigía a su área de trabajo para incorporarse al turno, fue atacado por los homicidas quienes viajaban a bordo de una camioneta. Fue asesinado en la Colonia Purísima Concepción, donde los agresores le colocaron una manta con una leyenda.
El 8 de diciembre el policía municipal Martín Salinas Sánchez, falleció al recibir el impacto de su arma de cargo. Todo ocurrió al forcejear con un individuo que se encontraba al interior de una bodega de autopartes de tráilers ubicada en la colonia Granjas Económicas. Por este hecho se detuvo a Luis Eduardo N. de 19 años, como presunto responsable.
En Irapuato, el mismo 8 de diciembre el expolicía Antonio Ramírez Delgado, fue identificado entre los cuerpos sepultados en la fosa clandestina en el Ejido San Antonio El Rico, que fue detectada tres días antes. La información fue confirmada por familiares y fuentes policiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Irapuato.
El 11 de diciembre, un ataque armado contra las instalaciones de la Policía Municipal de Villagrán, dejó un saldo de tres policías muertos y otros cuatro secuestrados que, dos días después, sus restos fueron abandonados en cuatro bolsas negras, a un costado de la carretera Panamericana, a la altura del mismo municipio.
En este caso, no se proporcionaron nombres de los tres agentes que fallecieron en el ataque. Los demás fueron identificados como Pedro Antonio Neri Morales, Roberto López Lozano, María Guadalupe López Patiño y José Juan de la Fuente Villalpando.
El 12 de diciembre, dos policías fueron atacados y asesinados a balazos en Celaya e Irapuato, respectivamente. En el primero fue el policía Irving Urive Martínez, quien fue acribillado cuando conducía su motocicleta en la colonia Jardines; en el segundo, el policía Alejandro González Rivera, fue asesinado en una tienda de abarrotes de la colonia Constitución de Apatzingán.
El 14 de diciembre, un grupo armado asesinó a la agente Gabriela Núñez Duarte, en el exterior de una tienda Oxxo, en la colonia Españita. La oficial y su compañero estaban a bordo de una patrulla en labores de vigilancia, cuando al menos 12 hombres armados rafaguearon la unidad y se dieron a la fuga.
Ese mismo día, Alfredo Guadarrama, quien era excomandante de la Policía Municipal de Apaseo el Alto, fue asesinado en su domicilio ubicado en la comunidad de La Luisiada. Un grupo armado llamó a su puerta, cuando el expolicía abrió, fue atacado.
El 15 de diciembre, se confirmó que la agente de la Policía Municipal de Irapuato, Sonia Arellano Fonseca, fue descuartizada y su cuerpo encontrado en un camino de terracería. Esto sobrevino luego de haber sido privada de su libertad junto con su esposo e hijo el 10 de diciembre anterior. Los familiares de Arellano ya habían sido liberados antes de que se confirmara el asesinato.
El 17 de diciembre, un enfrentamiento entre elementos de la Guardia Nacional y hombres armados dejó ocho muertos, entre ellos uno de los agentes federales uniformado. Los hechos ocurrieron entre la comunidad Venado de Yóstiro y de la Soledad del municipio de Irapuato. Según se informó, todo derivó de un ataque durante un operativo antisecuestro.
El 19 de diciembre, Jorge Valtierra Herrera suboficial de la policía municipal de Acámbaro, fue ejecutado en la colonia Malayas. Hombres armados dispararon en varias ocasiones cuando salía de su casa para ir a su lugar de trabajo; un escolta resultó lesionado.
El 23 de diciembre, dos agentes de la dirección de tránsito y vialidad de Tarimoro, fueron asesinados durante un ataque a las oficinas de su dependencia, justo a un lado de la presidencia municipal. Hombres armados se aproximaron al lugar y atacaron las oficinas, que eran vigiladas por los agentes de guardia.
El 27 de diciembre, dos elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, asignados como custodios en el Cereso Mil de Valle de Santiago, murieron al ser atacados en el entronque de la carretera estatal Valle de Santiago-Huanimaro. Viajaban en un auto Jetta de color azul, cuando aparentemente salían de turno. Los agresores colocaron una cartulina sobre el automóvil y lograron huir.
