Después de una hora de retraso, para dar inicio a la presentación del programa del 39 Festival Internacional Cervantino, en Guanajuato capital, llegó el Gobernador Juan Manuel Oliva al Teatro Juárez dónde fue recibido con sonoro abucheo. A su lado, el alcalde capitalino Nicéforo Guerrero Reynoso compartió la rechifla.
Los presentes eran damas de sociedad, intelectuales de la ciudad, periodistas, funcionarios, autoridades y público en general. Quizá el malestar se debía al tiempo de espera en un lugar cerrado y dónde no había ventilación. No hubo manera de evitar los silbidos en cuanto el sonido local anuncio la llegada del mandatario estatal. Tal parece que el gobernador venía de otro evento en León. Sin embargo, no fue el único desaire que sufrió.
A Oliva le tocó pronunciar su discurso después de la presentación del programa, fue evidente el poco interés de los presentes, ya que en cuanto comenzó a hablar el gobernador, comenzó a salirse la gente, dejando la sala principal semi vacía.
Otro que sufrió el desprecio del respetable fue Nicéforo Guerrero, alcalde de la capital; su presentación se vio opacada por la rechifla del público. Es evidente que no cuenta con muchas simpatías en la ciudad que gobierna.
Quién más aplausos se llevó, siendo muy evidente además, fue el ex gobernador y ex rector Juan Carlos Romero Hicks, que fue ovacionado.