El gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez definió su apuesta por Ernesto Cordero. Con ello también dibuja su derrotero y se dice listo para poner a disposición del Secretario de Hacienda la estructura panista de la entidad de éste, el último bastión blanquiazul que queda en el centro del país.
Cordero lo sabe. Recibió el respaldo, al menos ahí, de la estructura olivista y de quien conformó en 1998 la Red Ad-Intra que se extendió por todo el país para lograr el triunfo electoral de Vicente Fox Quesada en julio de 2000.
Seis años después, armó un ejército que sumó 1 millón 500 mil votos para Felipe Calderón Hinojosa. Luego se dijo que por Guanajuato se retuvo la presidencia de México.
Este domingo, Oliva Ramírez insistió: “Guanajuato dio el primer presidente panista a México con Vicente Fox. Guanajuato definió el triunfo de Felipe Calderón con más de un millón de votos que rebasó las expectativas del PRD en su momento. Guanajuato, estoy cierto, ¡será punta de lanza para la victoria de Ernesto!”.
Así se definió. No fue a través de una carta firmada para avalar el destape del funcionario del gobierno federal. No fue mediante una encerrona ni mucho menos, en un improvisado evento como ya ocurrieron otros. Tampoco buscó los medios de comunicación. Oliva convidó a Cordero al llamado corazón del panismo mexicano y lo cobijó.
Aunque en más de una ocasión Ernesto Cordero ha rechazado la invitación de los empresarios para acudir a ésta misma ciudad, incluso en más de una ocasión han pedido audiencia con él para tratar temas de defensa del calzado, esta vez estuvieron reunidos. Esta vez, para respaldar a Cordero.
Oliva Ramírez, incluso sugirió el tándem en la elección constitucional del 2012: Cordero-Márquez. Ambos fueron recibidos como vítores, con la estructura panista que da la burocracia en el gobierno y varios alcaldes convocados. No faltaron los empresarios.
“Fox sacó al PRI de los Pinos, Calderón consolidó el cambio. ¡Ernesto garantiza el crcimiento de las mexicanas y los mexicanos!, ¡por eso estamos aquí”, arengó el gobernador Oliva enfundado en el papel de líder panista.
NO TENGO DUDA, SERÉ PRESIDENTE
El escenario no pudo ser mejor. Tras una semana de embates y críticas no sólo en los medios de comunicación sino en las redes sociales por sus consideraciones sobre el salario de los mexicanos, Ernesto Cordero recibió el respaldo del panismo mejor organizado del país, la maquinaria que nunca deja de estar aceitada.
Quizá por eso, envalentonado, el Secretario de Hacienda exclamó: “yo no tengo duda que voy a ser presidente de México, pero necesito que me acompañen, necesito que me apoyen, necesito que me quieran, necesito que me impulsen, necesito que me vean como candidato del PAN para ganar la presidencia en el 2012”.
Luego convocó a la unidad.
Apenas este sábado, el Secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, habría visitado Guanajuato para promoverse como aspirante presidencial. Dos de los llamados siete fantásticos han visitado el terruño para afianzarse y ganar la simpatía, o por lo menos el respaldo, del panismo de Guanajuato.
Para algunos, en ambas visitas quedó claro que la brecha se abrió. Por un lado la apuesta de un ala panista con el respaldo de la dirigencia estatal que va por Alonso Lujambio, por el otro, el olivismo en pleno que va por Cordero Arroyo.
