*Con información de Eugenia Macías y Javier Bravo
León Gto. El exdirector de Gestión Ambiental, Fidel García Granados, habría expedido una autorización ambiental para el proyecto comercial City Park, basándose en un estudio con claras alteraciones, pues se colocaron distancias inexistentes entre el terreno elegido y las reservas hidrológicas de la zona norte de la ciudad.
Según se aprecia en una copia del Estudio de Impacto Ambiental presentada por la empresa O Capital S.A de C.V. a la administración municipal entonces encabezada por Bárbara Botello, la Presa El Palote ubicada dentro del Parque Metropolitano se define como localizada “a siete kilómetros de distancia”, cuando se encuentra a menos de 400 metros.
Esta sería parte de una gama de deficiencias que presenta el expediente de la autorización expedida por la dirección que ahora encabeza Ricardo de la Parra Barnard, dentro de la administración de Héctor López Santillana.
Se trata de documentación con la que se avaló la colocación de la primera piedra del complejo comercial y habitacional City Park, el cual implica una inversión de 40 millones de dólares que correrían a cargo de las empresas Mexico Retail Properties (MRP) y Grupo Impulza (División Inmobiliaria).
City Park se ubicaría justo a un lado del lago que delimita el Parque Los Cárcamos y frente a la entrada principal del Parque Metropolitano. En la confluencia del Bulevar Adolfo López Mateos y el libramiento José María Morelos.
La importancia de la autorización ambiental radica en que es uno de los documentos con los que López Santillana y el gobernador Miguel Márquez defendieron su presencia en el evento de arranque del proyecto, así como su propia exposición mediática.
Según indicó la directora de Desarrollo Urbano, Teresita del Carmen Gallardo, City Park únicamente ha obtenido permisos para sus dos primeras etapas, por lo que no se cuenta aún con estudios de impacto vial y su permiso de construcción es únicamente para trabajos preliminares.
Asimismo, señaló que ya estarían los permisos para la parte del uso comercial y de servicios; sin embargo, falta la gestión para el uso residencial.
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Uno de los permisos se trata de la autorización ambiental que data del 3 de julio de 2015, la cual contempla una ocupación de 62 mil 879 metros cuadrados para las etapas de preparación, construcción, operación y mantenimiento con una vigencia de 30 meses, contados a partir de su notificación el 7 de junio de 2015.
“El estudio de impacto ambiental, la valorización del impacto ambiental de este nuevo proyecto fue revisado en la administración pasada” a cargo de Fidel García Granados, enfatizó Ricardo de la Parra en entrevista para Zona Franca.
Con datos alterados
El documento en manos de Zona Franca, consigna una sección a la hidrología superficial y subterránea en las inmediaciones del terreno elegido por los empresarios.
En lo que toca a la hidrología superficial, se constata que la zona del proyecto se encuentra ubicada en la región hidrológica Lerma – Santiago (RH12), “en la cuenca Río Lerma – Salamanca (b) y subcuenca Río Turbio-P. Palote.
Sin embargo asevera que:
“No existen ríos, ni lagos o lagunas cercanos al predio o dentro del mismo. Existe un arroyo seco (Alfaro) a 15 metros aproximadamente del proyecto, el cual funciona únicamente en época de lluvia. El cuerpo de agua superficial más cercano es la Presa El Palote (Parque Metropolitano de León), ubicado a 7 kilómetros. Hacia el norponiente del proyecto”.
Incluso el documento puntualiza que las corrientes que bajan de la sierra de Comanja “y que inundaban antaño la ciudad, se contienen en varias presas reguladoras”, entre las cuales destaca a Los Castillos, Duarte y Echeveste y el Barrial.
“Después de almacenarse por horas, las aguas fluyen en los cauces del municipio o son almacenadas en la presa de El Palote (9 300 000 metros cúbicos) en la parte norte de la ciudad. Todas ellas muy retiradas de predio en estudio.
El sitio donde se desarrollará el proyecto se encuentra se encuentra fuera de las áreas susceptibles a inundarse”.
En cuanto a la hidrología subterránea el estudio sólo asevera que el nivel de mantos freáticos del terreno y de la zona se encuentra de 250 a 300 metros de profundidad, y no existen pozos en funcionamiento en el predio. No se indica si por su ubicación en el área no existen microcuencas subterráneas conectadas. sin embargo, la presencia de la presa de El Palote al norte de la zona, hace más que probable la presencia de agua a pocos metros de profundidad.
Aunque para la expedición de este documento se requiere la consulta con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) así como la Comisión Nacional del Agua, los delegados de ambas dependencias federales, Israel Cabrera Barrón y Humberto Navarro de Alba, han puntualizado que no conocen el proyecto, ni han tenido parte en las autorizaciones.
Por lo anterior, se anunciaron mesas de trabajo para revisar que el proyecto City Park cumpla con las normativas de las diferentes instancias.
Proyecto que provoca incertidumbre
Al estar ubicado en el bulevar López Mateos esquina con el bulevar José María Morelos, justo a un costado del parque Los Cárcamos, una ciudadana, María, exclamó que le dolería ver que los árboles que se alcanzan a ver de ese lado del predio fueran eliminados.
Aseveró que definitivamente esto ocasionaría un impacto ambiental y refirió que lo mejor sería ampliar el parque para que existan más espacios para los jóvenes ya que consideró esa área está ‘desperdiciada’ y se podrían realizar diversas actividades.
Por su parte, un integrante del Bazar orgánico que se realiza en el parque los Cárcamos dijo estar de acuerdo con el proyecto siempre y cuando esté bajo la normativa; sin embargo, manifestó que ellos tienen la inquietud en saber si les afectará este nuevo recinto.
“Yo estoy de acuerdo en todos los desarrollos que se realizan bajo la ley, si trae algunas situaciones anormales, pues no nos gustaría que se hiciera porque estaría afectando un pulmón verde la ciudad (…) si es factible adelante, pero si va a traer cosas negativas pues mejor que no se realice y que vean todo el entorno que va a afectar , tanto el natural (como) comercio”, indicó.
Asimismo refirió que son aproximadamente 40 familias las que laboran en el Bazar orgánico por lo que abogó a que las autoridades correspondientes regulen el desarrollo.
“Por ahí se habla de que el centro comercial pudiera tomar parte de los Cárcamos y eso es lo que no queremos (…) el entorno natural debería de cuidarse, creo que edificar ese proyecto sí traería consecuencias hasta visuales, impacto vial, ambiental, no me agradaría”, enfatizó.
Sin embargo dijo estar de acuerdo con el desarrollo, pero pidió al Municipio que tome cartas en el asunto en cuanto a la legalidad.
Por su parte, un encargado del grupo de boy scouts que vistan cada semana el parque para realizar diversas actividades, subrayó que es importante traer esta infraestructura a la ciudad, ya que esto aporta al crecimiento de la misma; sin embargo, aseguró que serán los desarrolladores de quien dependa si se genera un impacto ambiental.
“Estoy de acuerdo siempre y cuando los proyectos no solamente de centros comerciales, sino cualquier proyecto de infraestructura urbana siempre y cuando esté de la mano con el medio ambiente (…) Sí puede tener un impacto ambiental y va a depender de los encargados de la construcción el que sea un impacto positivo o negativo porque actualmente toda esa zona llega la gente y tira la basura y ya con un responsable directo esta tira de basura clandestina se puede evitar, pero puede suceder que la basura se expande”, indicó.
De igual manera enfatizó que esto puede ser una buena oportunidad de que el concepto del centro de comercial sea sustentable, aprovechando que tiene cercano al parque Cárcamos y al Metropolitano, ya que, dijo, esto es un indicador del nivel que está adquiriendo la ciudad junto con la llegada de empresas extranjeras, parques industriales, el tránsito de gente local y foráneo y es una forma de atraer la infraestructura y de crecimiento para la ciudad.
“Le da otro aspecto al paisaje y en mi opinión a nosotros nos vendría muy bien que haya más gente viviendo cerca y los papás que dejan a los niños aquí pueden pasar ahí un rato y hasta nosotros podemos tener actividades allá”, concluyó.