San Miguel de Allende, Gto. Bajo la anuencia de la administración que preside el presidente municipal Ricardo Villarreal García, la construcción del desarrollo inmobiliario Capilla de Piedra sigue avante violentando toda norma en múltiples rubros, aseguraron ciudadanos sanmiguelenses, sorprendidos por la rapidez que sigue la construcción de dicho desarrollo, trabajando en ella hasta tres turnos durante 24 horas.
Capilla de Piedra hoy en día sigue su construcción de edificios de 6 niveles, esto a pesar que Ricardo Villarreal García interpuso un juicio lesividad por la adición de 88 viviendas al proyecto que se había hecho vía rápida en los últimos días de la administración de Mauricio Trejo Pureco.
Este juicio de lesividad ha estado envuelto también en la falta de precisión sobre el resultado de este y sobre qué fue lo acordado con los desarrolladores.

“Bajo el más alto nivel de opacidad, destruyendo el entorno urbano y ecológico, sin estudios de movilidad, análisis del desplazamiento eficaz de servicios de emergencias, impacto ambiental, de factibilidad de agua y drenaje, o cuando menos sin darse a conocer públicamente. Entre la falta otros parámetros visibles que se contemplan pero preservando sí el interés económico de los desarrolladores y las complicidades de las autoridades municipales”, acusaron ciudadanos.
Entre estos están los vecinos de la zona del Atascadero, donde antes de construirse Capilla de Piedra, sus casas gozaban de una vista panorámica hacia el centro de la ciudad y ahora solo ven las múltiples fachadas de edificios de seis niveles.
Pobladores insisten en que este desarrollo inmobiliario, “tras una larga historia de desavenencias, impunidad y ocultamiento de información” tendría que ser revisado nuevamente antes que de ya no haya vuelta atrás y la historia actual de San Miguel Allende se vea trastocada en mayor proporción.
Ciudadanos inconformes con este desarrollo por todo lo que implica, en el mes de octubre del año pasado solicitaron información a la Unidad Municipal de Acceso a la Información, relativa al desarrollo inmobiliario Capilla de Piedra.
Sin embargo, con el argumento que en ese momento se encontraba un proceso de lesividad promovido por el gobierno de Villarreal García, el cual habría cedido ante la presión de la movilidad de los ciudadanos, informando que no podrían proporcionar datos al respecto, por lo que los inconformes tuvieron que acudir a la Unidad Estatal de Acceso a la Información, misma que remitió a la unidad municipal un larga lista de precisiones legales para que la información fuera entregada, más esto nunca ocurrió.
Los interesados en conocer las circunstancias alrededor de los permisos del polémico desarrollo inmobiliario afirmaron que “de igual manera en varias dependencias municipales se han cerrado a entregar un ápice de información”.
Cronología del desarrollo puesto en práctica
Aunque el antecedente del proyecto Capilla de Piedra data desde 1995 cuando se iniciaron los trámites para un desarrollo inmobiliario con construcciones horizontales denominado en ese entonces Cañada de la Moras, cambiando posteriormente como Vista Montaña, quedando finalmente con el transcurso del tiempo como hoy se le conoce: Capilla de Piedra, por su capilla virreinal que se encuentra dentro del terreno, con una historia y tradición de adoración antiquísima en el centro del fraccionamiento.
El proyecto transitó por varias administraciones; es a finales de 2014 y principios de 2015, durante la administración de Mauricio Trejo Pureco cuando se inicia su construcción.
Ciudadanos refieren que de acuerdo al acta de cabildo del 23 de junio de 2015, en el párrafo 7B en la página 19 menciona claramente lo que se estaba autorizado en ese entonces: la construcción de 248 viviendas en 88 edificios lo anterior correspondería a edificios de 2 y 3 pisos, por lo que se solicita la autorización para comenzar a vender aún sin haber concluido o cumplido los requisitos mínimos que se establecieron para tal efecto.
Más tarde, el 8 de octubre de 2015, último día de la administración de Mauricio Trejo Pureco, se autorizaron 88 viviendas por la vía rápida, esto último motivó a que activistas obligan a la administración municipal actual a llevar a cabo un juicio de lesividad, que al decir de los ciudadanos en si no se conoce cuál ha sido el resultado de este.
Después de haberse aprobado el inicio de ventas de las viviendas en junio de 2015, la construcción del desarrollo siguió avante y entre los meses de noviembre y diciembre del 2015 ya se iniciaba la segunda línea de edificios.
Fue para esta fechas cuando vecinos del Atascadero empezaron a protestar por la gran dimensión de las primeras líneas de edificios ya construidos, por lo que comenzaron a cuestionar la construcción a todas luces ilegal pues los edificios obviamente no se parecían a los dibujos y maquetas que el desarrollador había hecho públicos desde inicios de 2015.
Estos edificios no eran muy visibles desde el centro y por tanto solo los vecinos del Atascadero se alarmaron.
Para enero de 2016 ya se veía que los edificios serían multifamiliares de al menos cuatro niveles.
Un mes después, la sociedad civil sanmiguelense comenzó a organizarse contra el desarrollo. En marzo de 2016 se inició una petición de Change.org pidiendo al municipio que parara la obra.
A principios de abril de 2016 el alcalde Villarreal García dio una conferencia de prensa respecto al desarrollo; en esa ocasión se comprometió a tomar acciones para detener el proyecto.
En esta misma rueda de prensa, el Observatorio Ciudadano pidió organizar mesas de trabajo como una acción concreta para estudiar el tema, buscando llegar a acuerdos con el desarrollador.
Las mesas se realizaron sin tener resultados concretos por que no se podía analizar mucho dada la secrecía de todos los antecedentes del proyecto.
Es entonces cuando de igual manera el observatorio ciudadano emplaza a la administración de Villarreal a que inicie un juicio de lesividad en contra del proyecto, siendo realizado este en junio de 2016.
Para septiembre del mismo año y como resultado del juicio de lesividad, el municipio habría presuntamente llegado a un acuerdo con el desarrollador, el cual incluía reducir el número de viviendas adicionales, así como establecer algunas medidas de mitigación visual como poner macetas y molduras de cantera misma que nunca se han implementado.
Ya para entonces, ciudadanos y algunos peritos del Colegio de Arquitectos denunciaban claras irregularidades en la obra, tales como falta de un perito de obra cuando renunció el perito inicial así como la discrepancia entre los planos y proyectos que se habían hecho públicos y lo que ahora se construía.
Ciudadanos destacan la falta de información y procedimientos legales para convertir una zona de baja densidad H1 en una de alta densidad H3.
De una densidad H1, el fraccionamiento se convirtió en una densidad H3. El conjunto habitacional Capilla de Piedra se encuentra en una zona donde en el POT (Plan de Ordenamiento Territorial) vigente se encuentra como zona de preservación ecológica y de baja densidad de población H1.
Algunos miembros del Colegio de Arquitectos hicieron las siguientes precisiones:
“Se debería revisar el procedimiento administrativo para ver cómo es que justifican los cambios de uso de suelo hasta alta densidad H3, no tenemos ningún registro de aprobación de Cabildo sobre este cambio de densidad y menos de su justificación. De hecho, en las mesas de trabajo que se llevaron a cabo en junio del año pasado, la Dirección de Desarrollo Urbano mencionó varias veces que Capilla de Piedra cumplía con la densidad H1 estipulada en el POT. Ahora de pronto ya es H3, dada la imposibilidad de que un conjunto de edificios multifamiliares puedan ser baja densidad de población H1.
¿Cuáles son las condicionantes que les pusieron para el proyecto y cómo es posible que en una ciudad donde no se permiten construcciones de edificios mayores a los 3 niveles, se hayan permitido ubicar justo ahí frente a todas las visuales de la zona protegida edificios de hasta 7 niveles? Además, el diseño de los edificios es moderno y totalmente incompatible con la arquitectura colonial que distingue nuestra ciudad. También hemos reportado la irregularidad de que el proyecto lleva meses sin tener un perito de obra autorizado por el Colegio de Arquitectos. Esto debería ser causa inmediata de suspensión de obra, pero el municipio hace oídos sordos.”
Los ambientalistas también proporcionaron a Zona Franca algunos de los documentos que han intercambiado con autoridades municipales:
Niega Unidad de Transparencia información sobre Capilla de Piedra on Scribd
Recurso de revisión contra Unidad de Transparencia SMA on Scribd
Denuncia ante Dirección de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial on Scribd