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viernes, abril 26, 2024

Beatos y santos son ejemplos de vida cristiana

El vicario general de la Arquidiócesis de Guadalajara, Ramiro Valdés, manifestó hoy que es importante para la Iglesia católica tener santos porque requiere de modelos y ejemplos de vida cristiana.

Así se expresó en el estadio Jalisco durante la Vigilia de Oración por la Paz, en el marco de la beatificación del Papa Juan Pablo II en el Vaticano, al referirse al proceso para llegar a ser beato y santo.

Agregó que “en el ejército se ocupan militares heroicos; en un taller obreros ejemplares; y en la Iglesia, la familia de los hijos de Dios, ocupa modelo de santidad, hombres heroicos que siguieron fielmente a Jesucristo en el camino de la fe, de la esperanza y del amor”.

Señaló que para buscar candidatos a la declaración de santos, se requiere que el pueblo de Dios los contemple como ejemplares, “que tengan fama de santidad, que su conducta, sus actitudes y sus palabras hayan iluminado la conducta de los demás”.

Recordó que el apóstol Pablo decía “sean imitadores míos como yo soy de Cristo”, por lo que un santo es un ejemplo y así lo reconoce la comunidad.

Manifestó que el proceso para la beatificación puede ser largo o rápido, “muchos han durado 100 años o 40 años, los mártires mexicanos duraron 50 años en su proceso”.

Destacó que el proceso tiene varios pasos, “primero la comunidad pide un reconocimiento de santos y los obispos escuchan las peticiones del pueblo, e instituye un tribunal con un postulador, que sea el abogado que represente la petición del pueblo”.

Añadió que el obispo mismo puede pedir esa declaración, “en la ciudad de Roma, cuando fueron las exequias de nuestro amado Papa Juan Pablo II, gritó la muchedumbre santo ya, rápido”.

Expresó que el Papa Benedicto XVI escuchó esas súplicas y le encomendó a su vicario general de la Iglesia de Roma, al cardenal Camillo Ruini, que iniciara ese proceso, “pero había una dificultad, que las leyes de la Iglesia indican que a partir de cinco años de la muerte se empiece el proceso”.

“Pero el Papa Benedicto XVI, a los 40 días del fallecimiento de Juan Pablo II, dispensó de ese periodo de tiempo y enseguida se estableció el tribunal, con un delegado episcopal, un promotor de justicia y un notario”, apuntó.

Expresó que el postulador presentó en el Vaticano 100 personas que podrían declarar acerca de la vida, las virtudes, las actitudes y ejemplos del Papa Juan Pablo II.

Resaltó que “ya había sucedido en otras ocasiones que la beatificación fuera rápida, como el caso de la Madre Teresa de Calcuta, ya que son leyes que el Papa puede dispensar”.

“Para la beatificación se ocupa encontrar la certeza moral, que realmente el candidato conste que ejerció heroicamente las virtudes de fe, esperanza, justicia, prudencia, fortaleza y templanza”, concluyó.

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